Argentina vs Holdouts. ¿Caso cerrado?

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Los diferentes actores de la realidad económica Argentina estaban esperanzados este lunes con una resolución positiva para la Argentina respecto del caso de los denominados “Fondos Buitres”, pero las noticias que llegaron de la Capital de Estados Unidos no fueron las esperadas. La Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos no hizo lugar al pedido de la República Argentina para que interviniera en los dos litigios que habían sido presentados ante el máximo tribunal de ese país.

Existían tres escenarios posibles que podían darse, el primero era que la Corte Suprema de Estados Unidos hiciera lugar al pedido y analizara el caso en profundidad para luego dar un pronunciamiento definitivo que debía ser aceptado por ambas partes. Este caso era el que ambas partes, Argentina y los fondos, creían poco probable que sucediera.

El segundo escenario era que la Corte Suprema de Justicia solicitara la consulta del Procurador General de los Estados Unidos. En este caso se genera,  a través de la figura del Procurador, un nexo entre la Corte y el Gobierno Demócrata de Barack Obama para que expida argumentos respecto del caso. Esto hubiera llevado a que el litigio se dilatara por seis meses más y que las medidas cautelares (“stay”) que mantenía la Argentina para no pagar los mas de 1.300 millones de dólares siguieran corriendo permitiendo poder realizar los pagos correspondientes a los tenedores de bonos reestructurados sin correr ningún riesgo. Era de consenso general entro los distintos círculos políticos y económicos que el Máximo Tribunal recurriría a esta opción y también era de conocimiento público que el Gobierno Demócrata de Obama apoyaría la moción Argentina.

El tercer escenario que podía presentarse fue el que finalmente se sucedió. La Corte Suprema rechazó de plano los casos argentinos devolviéndolos a los Tribunales de New York para que estos actuaran haciendo efectivas las sentencias que ya habían sido dadas oportunamente en donde la Argentina debe pagar una sentencia de 1.330 millones de dólares que se corresponde solo al 1% de aquellos bonos que no entraron a los canjes.

Las clausulas en las que fueron suscriptos los canjes de 2005 y 2010 genera que cualquier tipo de negociación con los fondos controlantes de los bonos argentinos en default se encontrara con la complejidad de arrastrar al 92% de los bonistas que canjearon oportunamente a una mejora de sus condiciones. Esto hace impracticable cualquier negociación que pueda en el corto plazo superar la situación que se ha planteado.

Argentina enfrenta una situación compleja ya que no podrá utilizar la plaza de New York (la más importante del mundo) para realizar los pagos correspondientes al abanico de títulos reestructurados durante los canjes del 2005, 2010 y que son regidos por las leyes del Estado de New York. La primera fecha acuciante será el próximo 30 de junio cuando el país debe enfrentar los servicios de deuda de bonos reestructurados. Esta imposibilidad en el pago en la plaza en la que fueron suscriptos estos títulos generaría lo que se ha denominado “default técnico” que como fue descripto por la Presidente Fernández de Kirchner  “se quiere pagar pero no se nos permite pagar”.

Argentina intentara demostrar su intención para el pago en la plaza en la que fueron emitidos los títulos públicos  pero que no se le permite pagar por los fallos judiciales, ya que los fondos depositados en el Bank of New York (Agente Pagador de los títulos argentinos emitidos bajo Ley New York) serían automáticamente capturados para proceder al pago de las sentencias correspondientes a los fondos buitres.  De concretarse el “no pago” en la plaza neoyorquina  se comenzarían a librar los embargos sobre los bienes argentinos en el exterior a fin de poder hacerse con la suma reclamada.

Si bien el mercado era optimista respecto una solución positiva,  los seguros  por un posible default de la Argentina (Credit Default Swaps) habían saltado en las últimas semanas previendo que la Corte rechazara de pleno el pedido de la Argentina.

Entre las  implicancias locales que tiene esta medida, la plaza local de bonos se verá alterada al igual que el mercado cambiario. El mercado de cambios que vive en constantes fricciones desde 2011, por el elevado nivel de inflación y el deterioro de las reservas internacionales del Banco Central, será uno de los canalizadores de la incertidumbre de los inversores que intentaran transformas sus posiciones en moneda dura.

Las empresas argentinas cotizantes en la plaza de New York se verán afectadas siendo su buque insignia YPF S.A. la cual se encuentra en plena buscada de financiamiento internacional para poder hacer frente a los cuantiosos desembolsos anuales de dólares que precisa el proyecto de “Vaca Muerta”. Sin un escenario de certidumbre para los inversores internacionales las posibilidades de poder sellar acuerdos se volverá una tarea mas compleja de lo que actualmente era.

Argentina había comenzado a regularizar su situación de aislamiento de la economía internacional luego de haber arribado a un acuerdo con la empresa Repsol por la expropiación del 51% de su paquete accionario en YPF S.A. y al haber arribado a un entendimiento con el Club de Paris. Ambas señales que habían sido muy bien recibidas por la Comunidad Internacional, los Organismos Multilaterales de Crédito y las Calificadoras de Riesgo se ven desdibujados ante el resultado adverso en la Corte Estadounidense y generaran que sean revisados las proyecciones sobre la Argentina en el corto plazo.

Lo que claramente no podrá ser medido en el corto plazo serán las repercusiones que se generaran en el Sistema Financiero Internacional, el cual viene golpeado por una de las peores crisis económicas que se tenga registro desde “La Gran Depresión” de 1930. Los países de la orbe del euro podrían verse afectados ya que algunos de ellos han tenido que reestructurar sus deudas tras la incapacidad de hacer frente a sus compromisos luego de iniciada la crisis en 2008  (Grecia 2012).

Un fallo de este calibre cuando aún parte del mundo desarrollado se encuentra en medio de la crisis de la deuda soberana europea, genera un panorama incierto ya que todos aquellos que compraron títulos de deuda de países como Grecia, Portugal o Irlanda podrían verse involucrados en procesos similares por el que está atravesando Argentina. Varios Gobiernos y Organismos Internacionales habían alertado que un fallo adverso a la Argentina podría generar un efecto negativo a la comunidad internacional y a los acuerdos que puedan arribar los diferentes países con sus acreedores.

Sembrándose un manto de incertidumbre sobre lo que puede suceder con cada proceso de reestructuración de deuda que lleve a cabo cualquier país de la orbe, esto solo podría contribuir a poner en duda la alicaída confianza que se ha generado en la economía mundial en los últimos años.

J.P.M.

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