Tal como se preveía por los cuestionamientos reglamentarios de la oposición, el nuevo Código Civil y Comercial fue convertido en ley con el voto de poco más de la mitad del cuerpo, al igual que cuando fuera aprobado por el Senado el 27 de noviembre pasado.
Luego de haberse retirado del recinto todos los diputados de la oposición que habían planteado la ilegalidad del tratamiento de la norma, la iniciativa que moderniza y unifica el código Civil y Comercial de 1869, fue sancionado con el voto de 134 legisladores. Votaron a favor el Frente para la Victoria y sus tradicionales aliados del Frente Cívico de Santiago del Estero, el Frente por la Inclusión Social, y el Movimiento Popular Neuquino.
El nuevo código incorpora innovaciones en materia de adopción, de divorcio, de fertilización asistida, de contratos comerciales, y sobre la propiedad de la tierra para los pueblos originarios, entre otros temas. Siendo una de las normas más importantes de nuestro orden jurídico, no pudo contar con el amplio consenso que merecería su sanción. No obstante ello, su aprobación fue ampliamente festejada por el oficialismo y la barra que colmaba los palcos.