Por Miguel Córdoba
Marcos Peña y Frigerio anunciaron al mediodía la voluntad del Gobierno de negociar una salida al tema de Ganancias. Como aceptaron consensuar un proyecto con los líderes opositores de ambas Cámaras, las centrales obreras y los gobernadores -tal como lo exigió el PJ en el Senado- pero sin plazo para llegar a un acuerdo, Pichetto intentó sacar un dictamen hoy, pero Michetti se lo impidió.
Una de las características del poder es que debe ser ejercido, demostrado. Otra característica es que debe ser concentrado. Todo esto se está viendo en torno al tema Ganancias.
Macri hizo ayer una enorme demostración de poder articulando a sus ministros para que a través de distintas reuniones con gobernadores y sindicalistas se demore la aprobación de la modificación de Ganancias impulsada por el massismo en Diputados.
Si bien lo consiguió, Pichetto sigue conduciendo el mayor bloque opositor del Senado y tiene sus propios nexos con la CGT, los gobernadores y Massa, por lo que también impuso sus condiciones para continuar las negociaciones: mesa grande con todos los actores y ley antes de fin de año.
Ocurre que para hacer valer esas condiciones necesitaba tener un dictamen aprobando hoy la media sanción de la Cámara Baja y para ello decidió reemplazar a dos integrantes de la Comisión de Presupuesto para eliminar la resistencia del Gobernador Urtubey (que en sus propias palabras «operó como un ministro de Macri»), pero Michetti no lo convalidó con su firma.
Vaya a saber si la Vicepresidente lo hizo recibiendo instrucciones o por cuenta propia. Lo cierto es que si no hay una negociación que satisfaga al PJ en el Senado antes del próximo miércoles, con 48 votos podría convertirse en ley -sobre tablas- el proyecto de Diputados y tronar el escarmiento.