En una nueva reunión informativa, familiares y organizaciones civiles- que impulsan la ley-acompañaron la norma que es analizada en la Comisión de Transportes de la Cámara baja.
La Comisión de Transportes que preside el diputado, Jorge Rizzotti (UCR), continúa con el análisis del proyecto de alcohol cero al volante con invitados que respaldaron la iniciativa. Los proyectos presentados tienen como objetivo prohibir a nivel nacional la conducción de vehículos después de ingerir cualquier bebida alcohólica.
Al respecto, Carlos Damín, jefe de toxicología del Hospital Fernández contextualizó lo que es la implicancia del consumo de alcohol. “Es un depresor del sistema nervioso central, un anestésico. Va acompañado de una disminución de reacción, de los reflejos y disminución de la capacidad para advertir un riesgo, medir un peligro y tomar una decisión; esto es crucial a la hora de conducir porque si uno no puede advertir el riesgo a la velocidad que corresponde y tomar la decisión adecuada, esto termina generando un siniestro”.
Además, el médico habló sobre la problemática del consumo en los jóvenes. “El 54% de los adolescentes de 12 a 17 años consume alcohol”. “Somos los terceros en América después de Canadá y Estados Unidos”. Y ejemplificó que esta cifra en Canadá es del 10% en consumo en los adolescentes; “lo que nos ubica primeros”, alertó. “Es indispensable tener una ley de alcohol cero, acá no pedimos una ley seca o que no se venda alcohol pero sí las limitaciones y las responsabilidades del conductor, el concepto tiene que ser cero”, cerró Damín.
Carlos Silvestri de la mesa chubutense de víctimas viales, contó la experiencia en su provincia en donde rige la ley. “Todos coincidimos en que el concepto de tolerancia cero de alcohol al volante- más temprano que tarde- va a ser consagrado ley después de largos años de lucha”. “Todas las víctimas sufrimos en carne propia el tortuoso camino hacia la búsqueda de justicia luego de un siniestro consumado. En esa narrativa hay consenso absoluto pero cuando se propone morigerar ese sufrimiento y aggiornarlo el Código que modifica las penalidades siempre es extemporáneo”, dijo.
“Son 5500 víctimas anuales. Mantenemos nuestras convicciones intactas y ellas apuntan a modificar el Código Penal para que una flamante ley de tolerancia cero no pase a ser un mero cascarón vacío y que impartan penalidades a la altura de la gravedad del daño ocasionado”, manifestó luego de pedir a los legisladores que hagan un ejercicio de empatía y estén a la altura.
Por su parte, desde la Asociación Civil Martín Gramajo- Angélica Ledesma, manifestó que desde hace 24 años “transformamos un para qué, en para qué a otros no les pase lo mismo”. “En nuestra mesa siempre habrá un lugar vacío por un hecho que se podría haber evitado. El Estado no nos protegió”, expresó.
“El alcohol es una droga psicodepresora, por ello y dado el objetivo de la ley y tomando como referencia los buenos resultados obtenidos en donde se la aplica, en nombre de los familiares expresamos nuestra adhesión y el compromiso de promoverla” dijo la madre de Martín Gramajo, víctima de siniestro vial.
Participaron Silvia González, presidenta Fundación Estrellas Amarillas- La Pampa; Norma Bonelli Asociación Civil Carla Arduini; Mariana Sena, secretaria Asociación Compromiso Vial, entre otros.
24/8 – EXPERTOS EXPUSIERON SOBRE LA TEMÁTICA DE ALCOHOL CERO
En primer término, el presidente del Observatorio Vial Latinoamericano, Fabián Pons, lamentó la acefalía “de estadísticas nacionales en torno a las víctimas de siniestros producto de personas alcoholizadas”, al tiempo que refutó la existencia de “un aparato de medición, por más sofisticado que sea, que tenga tolerancia cero”.
Pons indicó que “los países como Suecia, Finlandia, Austria, España o Francia, que realmente solucionaron el problema, educaron, concientizaron, controlaron con gente preparada y sancionaron ejemplarmente”, e ilustró que, durante 2020, mientras dichas naciones efectuaron en promedio entre 150 y 200 controles de alcoholemia cada 1000 habitantes, “la Argentina registró sólo 7”.
A su turno, el abogado perito con especialización en siniestros, Fernando Campagnini, coincidió al expresar que “el alcohol cero no se puede medir, pues toda medida requiere de una tolerancia, y el cero absoluto no existe”. Asimismo, enfatizó: “basemos la seguridad vial en el control. Y sin lugar a dudas, las muertes van a disminuir”.
En otro orden, el Gerente Federal de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), Carlos Fiochetta. Además, aseveró que el sector representa “alrededor de 17 mil productores y productoras de vinos, y 800 bodegas en 18 provincias de la Argentina”, Fiochetta destacó su inclusión en esta labor legislativa “para ser parte de la solución, porque este problema se aborda con consensos y soluciones concretas”.
En ese sentido, el referente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas, Nicolás Vicchi, advirtió que “circunscribir el problema al alcohol cero sin ningún tipo de evidencia, puede ser una oportunidad perdida en este ámbito de discusión”. En cambio, instó a no desestimar “otros factores que no se están teniendo en cuenta, como el uso del celular o de estupefacientes al volante”.
Por su parte, el Director Ejecutivo del Fondo Vitivinícola Mendoza, Sergio Villanueva, ratificó que los productores nacionales de vinos “están del lado de la gente que ha sufrido accidentes”, y propuso “la segmentación de edad y el aumento de las penas como una de las salidas posibles a la problemática”.
Culminando la jornada informativa, el asesor externo de COVIAR, Esteban Bicarrelli, remarcó que “ninguno de los cinco países con mejores índices de seguridad vial del mundo, en función de la menor siniestralidad, aboga la denominada tolerancia cero: todos emplean el concepto de multicausalidad de factores de la OMS”. Por último, en base a lo ponderado por Villanueva, destacó la presencia de referentes del sector en el tratamiento de este proyecto “para que juntos, productores, familiares de víctimas y legisladores, nos comprometamos a salvar vidas; a ser parte de la solución efectiva”.