«A pesar de haber concluido el año fiscal con el cumplimiento de la meta propuesta por el Ministerio de Hacienda, las perspectivas hacia futuro no lucen tan claras. Si bien desde el punto de vista de los recursos estimamos que las arcas públicas tengan 1,2 puntos del PBI extra en relación a 2019, si la actividad económica no encuentra un piso en los próximos meses y comienza a recuperarse, la base imponible continuará contrayéndose, reduciendo la capacidad contributiva de las alícuotas.
Otro riesgo, quizás el más preocupante de cara a 2020, era el de la movilidad previsional que ha sido desactivado con la Ley de Emergencia. Sin embargo, los recientes trascendidos sobre el tema estarían indicando que, si bien la actualización automática por fórmula fue suspendida, la estrategia de ajustes discrecionales por parte del Poder Ejecutivo podría no implicar ningún tipo de ahorro respecto al escenario con la fórmula.
Por último, el congelamiento de tarifas provocará un crecimiento en la partida de subsidios y la creación de nuevos ministerios, en la de funcionamiento. Todo esto en un contexto en el cual el Ministerio de Economía no ha anunciado ninguna meta fiscal para este año ni los próximos.
En resumen, la reducción conseguida en los niveles de gasto y déficit a lo largo de los últimos años no es una situación estable y garantizada. Mantenerse sobre esta senda, e incluso avanzar hacia el superávit fiscal necesario para estabilizar el nivel de deuda, requerirá de constantes esfuerzos. Si la nueva administración está alineada con este camino necesario aún está por verse: las señales de las primeras semanas de gobierno son contradictorias y configuran un futuro incierto.».
Así concluye el informe elaborado por la consultora INVECQ
A través del siguiente enlace, acceda al informe completo titulado «Meta cumplida; futuro incierto»