Mediante una muestra realizada en AMBA, Zona Metropolitana Buenos Aires, las consultoras de Federico González y Raúl Aragón, arribaron a las siguientes conclusiones:
Con independencia de la gravedad que vive el país y el mundo a partir del problema sanitario y económico desencadenado por la pandemia del coronavirus, en el plano político nacional se percibe lo siguiente:
El Gobierno del presidente Alberto Fernández, a pesar de las crisis antedichas, se encuentra en una particular posición de solidez en la consideración de la opinión pública.
Básicamente la ciudadanía le reconoce al Presidente haber tomado a tiempo y sostenido con firmeza las medidas de cuarentena que, hasta ahora, estarían permitiendo mantener la situación de un modo relativamente controlado, y con apreciable ventaja relativa respecto de lo ocurrido en otros países, donde se retrasaron las decisiones.
De modo más específico, la ciudadanía aprueba de modo altamente mayoritario tanto el manejo general realizado por el Gobierno en torno al coronavirus como las decisiones de decretar la cuarentana y luego prolongarla hasta el 26 de abril.
Resulta comprensible que tales aprobaciones aparezcan expresadas tanto en índices altos de aprobación de la gestión del Gobierno (esto es: más allá de la gestión de la crisis del coronavirus), como en la imagen del Presidente Alberto Fernández.
Asimismo, los otros dirigentes con responsabilidades decisorias en torno a cuestiones críticas del país, tales como el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires Axel Kicillof y el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa, han visto incrementadas y/o mantienen buenas valoraciones en sus imágenes públicas ciudadanas.
En contraposición, tanto la vicepresidenta Cristina Kirchner y el ex presidente Mauricio Macri ha mermado en sus índices de valoración ciudadana, acaso por razones cuyo análisis desborda lo que permiten sugerir los datos del presente estudio.
De todos modos, al momento de indagar sobre el bajo perfil que estaría adoptado la actual vicepresidente respecto del tema del coronavirus, las opiniones son disímiles y abarcan tanto razones positivas (bajó su perfil por “prudencia”) como negativas (“indiferencia hacia el tema”)
Adicionalmente, se indagaron los imaginarios acerca de los posibles vínculos entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidente Cristina Kirchner. Los resultados indicarían cierta diferencia al momento de la elucubración ciudadana respecto de cada uno de los nombrados. En efecto, los imaginarios relativos al rol de Cristina dentro del Gobierno oscilan entre la cooperación constructiva y la injerencia intencional y desmedida. En cambio, al presidente Alberto Fernández tiende más a atribuírsele un rol de receptividad positiva y propensión dialoguista ante eventuales sugerencias que pudiera aportar Cristina Kirchner.
Un dato curioso que arroja la encuesta está dado por el resultado de una hipotética elección presidencial entre Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Mauricio Macri. En tal caso, el actual presidente se impondría por una amplio guarismo (56.3%) relegando por Mauricio Macri (17,4%) y a la misma Cristina Kirchner, quien se ubicaría en un alejado tercer lugar (12,5%). La explicación del resultado anterior cobra razonabilidad al cruzar esos resultados contra el voto anterior de octubre de 2020:
Por un lado, el 70,7% de quienes votaron por Alberto Fernández en octubre volverían a repetir ese voto, contra apenas 26,8% que se inclinaría por Cristina Kirchner.
Por otro lado, el 31.3% de quienes votaron por Mauricio Macri y el 50% de quienes lo hicieron por otros candidatos, en blanco, no votaron o no lo recuerdan, se inclinaría ahora por Alberto Fernández.
En virtud de lo anterior podría conjeturarse que la amplia aceptación ciudadana al tratamiento del gobierno de Alberto Fernández a la crisis del coronavirus, se ha traducido en una subversión fundamental del capital político electoral argentino: si antes los votos eran de Cristina, ahora parecer constituirse en un genuino capital del presidente Alberto Fernández.
Por supuesto, tal conclusión debería considerarse con los recaudos propios de la coyuntura. Aunque la fecha de finalización de la crisis del coronavirus resulte incierta, un día culminará y entonces es probable que los problemas estructurales y endémicos del país volverán a ocupar el centro de la escena para un gobierno que deberá afrontar dificultades extraordinarias.
Por último, la encuesta también indaga la valoración ciudadana de una serie de hechos políticos ocurridos durante los últimos 10 días para poner de manifiesto la madurez de la sociedad para discriminar con ecuanimidad tanto los claros aciertos como los inapelables errores del gobierno.
A través del siguiente enlace, acceda al informe completo.