En julio de 2018 el nivel de gastos devengados resultó superior al de recursos percibidos en el mes, lo que derivó en un resultado financiero mensual de $-8.391 millones. De esta manera, teniendo en cuenta el saldo negativo obtenido en los seis meses anteriores ($302.261 millones), el resultado financiero acumulado al mes de julio constituyó un déficit de $310.651 millones, un 21,7% superior al de igual período de 2017.
En tanto, dado que durante estos siete meses se devengaron $255.614 millones en concepto de intereses (+65,4% i.a.), el Resultado Primario arrojó un déficit de $55.037 millones, contra un saldo primario deficitario de $100.670 millones obtenido a julio de 2017.
Los Recursos Tributarios (incluyendo Contribuciones a la Seguridad Social) crecieron un 28% i.a. en los primeros siete meses del año. Debe tenerse en cuenta que en el mismo período de 2017 ingresaron $43.740,4 millones derivados del Régimen de Sinceramiento Fiscal que no estuvieron presentes este año. Descontando estos ingresos, la tasa de variación de la recaudación tributaria ascendería al 31,9% i.a., es decir 4,9 pp. superior a la inflación i.a. del período enero-julio según el Índice de Precios al Consumidor del INDEC. La performance de la recaudación tributaria se vio impulsada fundamentalmente por el IVA, que creció un 45,0% i.a., los Derechos de Importación (+54,1% i.a.) y el Impuesto a las Ganancias (+34,1% i.a.). Por su parte, los Derechos de Exportación crecieron más moderadamente, por efecto combinado de la sequía y la reducción en las alícuotas, y promedian un aumento del 17,7% i.a. mientras que el Impuesto a los Bienes Personales muestra una caída del 24,7% i.a. debido a la disminución de la alícuota y al aumento del mínimo no imponible.
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