Tras un falso inicio de la sesión especial prevista para las 14 horas, en nombre de la bancada del interbloque oficialista, la Diputada Elisa Carrió solicitó su levantamiento.
El oficialismo nunca tuvo el quórum necesario para sesionar. Si bién el tumulto y desorden provocado por legisladores que se paraban y volvían a sentar en sus bancas mas otros opositores que se hallaban presentes pero nunca se sentaron hizo difícil establecer el número exacto, se dice que el oficialismo solo pudo reunir 126 legisladores, a los que se sumaron dos que aún no habían jurado, por lo que no formaban aun parte del cuerpo.
Como habían pasado varios minutos más que la media hora que el reglamento prevé como plazo de espera para el inicio de una sesión, el diputado Agustín Rossi, presidente de la bancada cristinista, se sentó en su banca para solicitar a la presidencia anuncie el fracaso de la sesión por falta de quórum.
Presionado desde la Rosada, Emilio Monzó dio por iniciada la sesión cuando el tablero marcaba 129 diputados presentes y en sus bancas. Pero su cara era elocuente.
Minutos después y ante la queja de los opositores por la demora en el inicio y por la represión en los alrededores del Congreso, de la que habrían sido víctima incluso algunos legisladores, la Diputada Carrió hizo la moción de levantamiento, rápidamente aceptada.
Ahora el Gobierno tiene una semana para lograr los votos necesarios para sancionar la norma. Y alguien deberá explicar por qué el empecinamiento en haberlo intentado hoy.