Las recientes declaraciones del ministro de Economía y del Secretario de Minería, reavivan las esperanzas de lograr conciliar los diversos aspectos que hacen a la política, la economía y la conflictividad social en torno a la actividad minera.
“En la Cordillera hay otra pampa húmeda”, aseguró el secretario de Minería, Alberto Hensel, durante el último seminario que organizó el think tank Fundar.
Las exportaciones de minería treparon 83,2% interanual en junio, el salto más elevado del último año. Durante el primer semestre las exportaciones fueron por u$s1.422 millones, una suba del 19,2%, comparado con el primer semestre 2020. “Chile exporta minería por u$s34 mil millones, siendo su principal complejo exportador. En Argentina, la principal exportación es la soja, por u$s16 mil millones, y la minería recién está en quinto lugar”, analizó Hensel. La minería contribuye al 0,6% del PBI argentino, mientras que en Chile aporta al 12% del PBI, o en Perú al 10%.
“Hay provincias que fueron consideradas inviables, hasta que decidieron incursionar en el potencial geológico”, afirmó el secretario. En provincias como San Juan, Santa Cruz o Jujuy las exportaciones de minería representan hasta el 78%.
Según estimaciones oficiales, hay proyectos mineros, que pueden durar 20 años, que pueden tener un balance de divisas favorable de 20 mil millones de dólares cada uno. Por eso el Gobierno intenta avanzar con el demorado Plan Estratégico para el Desarrollo Minero, que formará parte del Plan de Desarrollo Productivo Verde, que lleva adelante el Ministerio que encabeza Matías Kulfas. El programa tendrá un consejo consultivo para recibir consultas y sugerencias, se anticipó a aclarar Hensel.
A la hora de observar las grandes trabas con las que cuenta este plan, encontramos que los recursos pertenecen a las provincias, de las cuales 9 tienen prohibida la explotación. Pero la más difícil de sortear es la conflictividad social. Hensel aseguró que se cumplirán con todas las regulaciones de carácter ambiental. “Cuando se habla de eliminar la combustión fósil y afrontar el cambio climático, no lo vas a poder hacer si no contás con los minerales para la transición”, argumentó Hensel.
Desde 2005, los conflictos sociales por la minería se incrementaron en un 500%. Argentina es el cuarto país en cantidad de conflictos. Los proyectos que se suspendieron o cancelaron por movilizaciones fueron el 53%, mientras que en el mundo es de tan solo 25%. “El caso argentino es el único en detención de proyectos por la movilización social”, analizaron las investigadoras Lucrecia Wagner y Mariana Walter en el seminario.
Sin embargo el obstáculo más grande es el que impone la restricción del BCRA para que las empresas puedan sacar divisas del país, fundada en una realidad de escasez cuya trasformación depende de cambios macroeconómicos que, en el mejor de los casos, tienen tiempos más lentos que los de la implementación de cualquier plan.
Y esto es en parte lo que los empresarios –entre los cuales los mineros fueron los más activos- plantearon a Guzmán en San Juan: «una mayor seguridad jurídica para favorecer inversiones extranjeras, por ejemplo en la actividad minera». Asimismo se espera que finalmente la «Mesa Chica» compuesta por la Secretaría de Minería de la Nación con el Banco Central (BCRA) y el Ministerio de Economía, decidan que las minas tengan «un marco parecido al de Vaca Muerta», con estabilidad jurídica, tributaria y cambiaria, según manifestaron los empresarios que visitaron a Guzmán.
Durante la reunión de trabajo realizada este jueves con cámaras empresarias sanjuaninas en compañía del gobernador Sergio Uñac, Guzmán hizo algunas declaraciones muy optimistas. Por su parte, los empresarios sanjuaninos llevaron hasta el hotel donde los recibió Guzmán, un puntilloso documento en el que sobresalió el porvenir minero de la provincia cuyana.