Por María del Pilar Córdoba(*)
A pesar de la creciente incorporación de las mujeres al mercado laboral, todavía se puede observar una «brecha» sexual y muchas injusticias para resolver.
Como bien señala Chávez Hoyos (2010), «durante mucho tiempo, aun en los países más desarrollados, la desigualdad entre los sexos consistió, sobre todo, en que la mujer se topaba con la imposibilidad de acceder al mercado de trabajo. Hoy, la «nueva desigualdad» se observa en todos los aspectos y circunstancias que conforman el ámbito laboral.» (p. 9)
La incorporación reciente de la mujer al mercado laboral, justo cuando se profundiza el proceso de flexibilización en el mismo, representa un problema, contribuyendo a incrementar las desigualdades sociales y económicas. Se puede observar como las principales manifestaciones de la flexibilización son las altas tasas de desempleo y el gran aumento del trabajo de jornada parcial o empleo temporal.
Así nos introduce la autora a su trabajo de investigación.
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(*)Estudiante de Licenciatura en Relaciones Laborales – Universidad Nacional de Quilmes