La senadora Carmen Lucila Crexell, del Movimiento Popular Neuquino y habitual aliada del oficialismo en todas las votaciones, no firmó el dictamen aprobatorio del proyecto para cambiar el lugar de pago de la deuda a los bonistas que entraron a los canjes de 2005 y 2010, que hoy fuera despachado tras el plenario de las comisiones intervinientes. Y no fue porque haya anunciado que no lo iba a firmar ni porque las autoridades de la comisión de Relaciones Exteriores -de la que forma parte- hayan omitido acercárselo.
Se le habrá pasado involuntariamente o le sonó el teléfono.