Por Raúl López
La pregunta nos remite a ese momento tan duro en el que acudimos a algún técnico con un problema cuya resolución escapa a nuestros saberes. Algo parecido debieron sentir en el oficialismo cuando en la última sesión del Senado experimentaron las dificultades para alcanzar los dos tercios de los votos. La jugada opositora, tácticamente fue para el aplauso; mediáticamente fue para regocijo de los “amigos”. Para la interna de Cambiemos, de terror.
Mientras la Senadora Sagasti montaba en cólera por la maniobra de obstrucción de los dos tercios con la que los bloques de Juntos por el Cambio y el del Senador Romero impidieron la sanción de dos proyectos impulsados por el oficialismo, los Gobernadores Radicales seguramente estaban descorchando alguna bebida espirituosa.
Quedó claramente demostrado que los únicos que pueden aportar el número mágico de 5 senadores (los que faltan al oficialismo para conseguir los dos tercios, necesarios por ejemplo para convertir a Raffecas en procurador), son ellos. Y de paso, le bajaron muchísimo el precio al bloque de Juan Carlos Romero. Hacen falta cinco, no cuatro, ya sea para votar con el oficialismo o para abstenerse. Cabe recordar que en estos tiempos de sesiones remotas, sería suficiente tener “problemas de conexión”, para dar un discreto apoyo al oficialismo.
Luego de la designación de Jesús Rodríguez al frente de la AGN –en lugar de Pichetto, candidato de Macri-, ya no quedan dudas de que es la UCR la única en poder marcar la cancha dentro de Cambiemos. Teléfono para los halcones del PRO.
La respuesta del oficialismo fue refregarle a la oposición las decenas de obras públicas que el kirchnerismo realizó en las provincias en comparación con la gestión de Cambiemos, además de dar rienda suelta a una catarsis sobre las operaciones de espionaje de los servicios del macrismo. Y ni hablar del piedra libre que tendrá ahora el PJ para investigar la deuda externa tomada por la administración anterior.
Se rompieron los puentes entre la oposición y el oficialismo? No, al contrario, se despejaron dudas sobre quien tiene la llave. Morales y Valdez, chochos y a Suarez le abrieron un mar de dudas con Portezuelo del Viento. La obra que venía en coche y fácil, se transformó en una vorágine de reclamos de cuatro provincias que levantan polvareda por la obra y los mendocinos quedaron solos. Ahora a Suárez, solo le queda el camino de negociar…..o perder la obra, o que sufra atrasos burocráticos que, todos sabemos, pueden ser tremendamente lentos y perezosos.
Quizás llegó el momento de apurar los expedientes. Afuera hace mucho frio para que el Gobierno Nacional te deje a la intemperie. Y eso lo sienten y lo sufren los Gobernadores Radicales. Y como de a poco se van destapando una a una las ollas de las trapisondas del PRO en el poder, qué mejores momentos que los venideros, para demostrar que el espíritu es no quedar pegados.
Larreta y Loustau lo saben, Morales y Valdez ni hablar. Solo faltan las puntadas finales para que muchos comiencen a renegar del PRO, y sobre todo aquellos que dejaron afuera con el festival de deuda o que para colmo, fueron espiados u operados sin miramientos por la Gestapo Macrista. El Senador Marino sabe, y mucho, de los que estaríamos hablando. Y ni hablar de la Dra. Carrió, que apenas se vislumbró que esto podría salir a la luz, tomó sus petates y se retiró a cuarteles de invierno…..otra buena forma de despegarse del chiquero que armaron estos muchachos del PRO, o algunos de ellos y de primera línea, por lo menos.
Conclusión, para la tribuna puede ser, pero para el partido, no deja de ser un gol en contra. Como diría Yamamoto: ”despertamos a un gigante dormido”.
Mientras cruje Cambiemos y los cuatro Senadores bajaron muchísimo su valor, el peronismo y el cristinismo del Senado se prestan a dar batalla por todo lo que puedan. Espadas le sobran y ganas también. Hasta sin proponérselo, le dieron cámara a nuevos actores que se lucieron llenándole la cara de dedos a Cambiemos, como en aquellos viejos tiempos de Cristina senadora, en soledad, solo que ahora con unos pocos aliados, podrá conseguir lo que el Gobierno y ella quieran. Solo falta esperar para ver quiénes o cuántos serán estos. Es solo cuestión de tiempo y de gobernabilidad de los que tienen tareas ejecutivas y deben pagar los sueldos a fin de mes. Los goles que no se hacen en el arco de enfrente, por lo común te los hacen a vos.
Finalmente, ahora el Gobierno y la misma Sagasti ponen contra la pared a la UCR con la intervención y posterior expropiación de Vicentín, empresa que dejó un tendal en Santa Fe, Córdoba y Chaco, con miles de pequeños y medianos productores que se quedarían sin poder ver un peso de su esfuerzo y ni hablar de los miles de desempleados si la empresa termina en la quiebra.
No van a dar los dos tercios nuevamente? Van a hacer la vista gorda con la maniobra de González Fraga y el Gerente Loturco del Nación? Van a quedar pegados en una que ni siquiera mojaron la medialuna? Como le dijo Beto Imbelloni a Herminio Iglesias: “yo te acompaño hasta la puerta del cementerio, pero con vos no me entierro”.
La pregunta del millón es si la UCR se entierra con el PRO en el barro que ellos mismos hicieron o si tratan de abrirse. Que los que la hicieron se hagan cargo y esperar tiempos mejores. Lejanos, pero mejores.
Mientras tanto, el Pueblo Argentino se queda en casa, por lo menos en AMBA…..por el virus y el olor putrefacto que hay.