“El sobrepeso y la obesidad constituyen el principal problema de salud pública en la Argentina. El 50 por ciento de los alumnos termina la escuela con esas patologías”. Así definió la magnitud de esta problemática el secretario de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, al inaugurar hoy en la Cámara de Diputados la Cuarta Jornada sobre Prevención de Obesidad, en la que se analizaron advertencias sanitarias y legislación basada en evidencia.
Con la participación de expertos nacionales e internacionales, la Cámara de Diputados abordó esta problemática sanitaria con el objetivo de contribuir, desde el plano legislativo, a la lucha contra la obesidad.
El encuentro estuvo organizado por la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS); UNICEF Argentina; el Observatorio Parlamentario Agenda 2030; la dirección general de Diplomacia Parlamentaria, Cooperación Internacional y Culto de la Cámara de Diputados; y el Observatorio de Derechos Humanos del Senado de la Nación.
Rubinstein advirtió que “el sobrepeso y la obesidad son un problema global que impacta preocupantemente en Argentina”. Y destacó que “es necesario instalar el tema en la agenda cuanto antes, trabajando en la sensibilización y concientización social para que la sociedad empatice con la problemática”.
Rubinstein indicó que durante la actual gestión “se ha recogido la mayor cantidad de evidencia sobre la obesidad infantil”, y detalló el trabajo relevado en la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo y en la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición “en la que se presentan datos muy alarmantes en relación al sobrepeso y la obesidad infantil”, así como los recogidos en la Encuesta de Salud Escolar, “donde se ha detectado que el 50% de los alumnos termina la escuela con sobrepeso y obesidad”.
El titular del área nacional de Salud subrayó que “hemos presentado el Plan Nacional de Alimentación Saludable en la Infancia y la Adolescencia (Plan ASI), basado en cuatro ejes: la mejora de los entornos regulatorios, dentro de los cuales el etiquetado nutricional es una de las herramientas con las que se puede dar señales claras a los consumidores sobre cuáles son los alimentos más saludables o más perjudiciales; la promoción de la educación alimentaria, nutricional y física del entorno de los niños; la participación social en el territorio; y el mejoramiento de la calidad nutricional de los planes alimentarios a través de la compra de alimentos saludables”.
POR EDADES
Maureen Birmingham, representante de Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), informó que “Argentina tiene la segunda tasa más alta de sobrepeso en menores de cinco años de toda la región, y el 65% de los mayores de 18 años presenta síntomas de sobrepeso. Estos datos demuestran que este país está muy afectado por la problemática”.
La representante de OPS/OMS puso el acento en la importancia de generar regulaciones en el etiquetado frontal de alimentos: “es alarmante que no sea obligatorio para las industrias declarar en los envases de alimentos la cantidad de azúcar que poseen. Debe existir un sistema de advertencia sanitaria en el frente de los envases ya que constituye el derecho a elegir en base a información clara, transparente y sencilla. Para ello, el liderazgo del Estado es fundamental”, destacó.
En la misma línea, el especialista en Inclusión Social y Monitoreo de UNICEF Argentina, Sebastián Waisgrais, informó que “uno de cada dos niños tiene sobrepeso u obesidad al terminar el ciclo escolar y una cuarta parte de los adultos es obeso”, y explicó que la obesidad responde a un “entorno obesogénico, es decir, donde hay una oferta de productos ultra procesados con alta presencia de azúcares, grasas y sodio que se publicitan sin ningún tipo de advertencia en el etiquetado frontal. Por lo tanto, no hay posibilidad de informarnos y elegir libremente, y las víctimas principales son los niños”.
“Si bien Argentina ha adherido a muchos tratados sobre la problemática del sobrepeso y la obesidad, el Estado debe actuar creando normas avanzadas, implementando políticas públicas, y en esto la acción del Congreso es decisiva para finalmente contar con el etiquetado frontal de los alimentos que brinde información clara, verídica y que todos podamos entender”, enfatizó el representante de UNICEF Argentina.
Norma Morandini, directora del Observatorio de Derechos Humanos del Senado de la Nación, sostuvo que “esta jornada debe entenderse en el marco de los derechos humanos y en la Convención de los Niños, por lo tanto, el Estado tiene que brindar los instrumentos legislativos para dar cumplimiento a esos derechos y en este caso, el derecho a la salud, a la educación y la información para saber qué es lo que se consume”.
Morandini informó que en tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados “ya hay varios proyectos de ley que han tomado estado parlamentario para dar solución a esta problemática”.
La directora de Diplomacia Parlamentaria, Cooperación Internacional y Culto de la Cámara baja, Luciana Términe, destacó que el trabajo “entre la academia, los técnicos, legisladores y ejecutores de políticas públicas tiene un potencial enorme para lograr resultados efectivos en la lucha contra la obesidad”.
En referencia a la jornada, Términe señaló: “Este es el cuarto año que venimos realizado estos encuentros y podemos afirmar que ya tenemos una mesa de trabajo consolidada en alianza con Nacionales Unidas”. Agregó: “la prevención de obesidad es una cuestión sanitaria que el Estado debe garantizar. Por ello hemos invitado a Uruguay para escuchar su experiencia”.
El objetivo del encuentro apuntó a difundir entre legisladores, equipos técnicos de las áreas del gobierno afectadas a la salud y organizaciones de la sociedad civil, la evidencia científica local y regional en relación a la problemática de la obesidad y las políticas para su prevención, en especial para la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes.