La presidenta Cristina Fernández de Kirchner resaltó ante la Asamblea General de la ONU la iniciativa argentina en su pelea con los fondos buitre, que motivaron la aprobación de nueve principios para reestructurar deudas soberanas, defendió el Memorandum de entendimiento con Irán para esclarecer el atentado a la AMIA y advirtió que «no se puede seguir con la hipocresía y el doble estándar en materia diplomática».
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner subrayó la iniciativa argentina en su pelea con los fondos buitre, que motivaron la aprobación de nueve principios para reestructurar deudas soberanas en la ONU, defendió el Memorandum de entendimiento con Irán para esclarecer el atentado a la AMIA y advirtió que «no se puede seguir con la hipocresía y el doble estándar en materia diplomática», al dar su discurso ante la 70º Asamblea General de Naciones Unidas.
Cristina agradeció a la Asamblea de la ONU por la aprobación el 10 de septiembre último de los nueve principios para reestructurar deudas soberanas impulsados por nuestro país, y consideró «un hecho muy importante» el acompañamiento por parte de 136 países de la iniciativa argentina.
Además, destacó en particular el noveno principio que reafirma «algo que sucede en casi todos los países, incluso aquí en los Estados Unidos», al referirse a que si el 66% por ciento de los acreedores aceptan la oferta del país deudor, automáticamente se aprueba el pago acordado al total de los acreedores.
Cristina consideró a estos nueve principios como el «primer intento serio de razonabilidad y regulación al sector financiero» y apuntó contra el «hostigamiento» que sufrió la Argentina por parte de los fondos buitre y alertó sobre la «complicidad de cierto sector judicial» estadounidense.
«Argentina pudo reconstruir su economía y su sociedad cuando la política volvió a tomar el comando de la economía», el 25 de mayo de 2003, tras la profunda crisis de 2001 y el posterior default, evocó la mandataria en referencia a la fecha de asunción presidencial de Néstor Kirchner.
En ese sentido, agregó que los mercados financieros «deben inyectar recursos a la economía real del mundo para generar producción y empleo”, para compensar «las desigualdades que existen entre los países”, señaló la jefa de Estado.
“El 1 por ciento de la población concentra el 50 por ciento de la riqueza a nivel global. ¿Cuánto tiempo puede sostenerse un mundo con tanta inequidad?”, se preguntó.
Por otra parte, le pidió a Estados Unidos su «colaboración» y datos sobre el ex funcionario de inteligencia argentino prófugo de la justicia, Antonio Stiuso, a quien no mencionó por su nombre, vinculado a la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman, y que se presume que permanece en ese país.
Sin mencionarlo, Cristina advirtió que «se está comprobando la vinculación total y absoluta (de ese hombre) con el fiscal» Nisman y pidió terminar con «la hipocresía y doble estándar en materia diplomática».
Además, la Presidenta rechazó que su gobierno tenga «complicidad» con Irán y preguntó: «¿Qué es entonces el presidente Barack Obama también?, lo que le valió el aplauso de la mayoría del auditorio.
«No se puede seguir con la hipocresía y el doble estándar en materia diplomática», dijo en referencia al acuerdo de no proliferación nuclear entre las potencias y el país persa.
Aseguró que siempre pensó que «lo de la AMIA era un complicado tablero de ajedrez» y que, en realidad, más que eso «parece ser una telaraña de intereses externos, donde como toda telaraña, suelen quedar atrapados los más chicos».
«Durante la investigación por la muerte del fiscal Nisman comenzaron a aparecer datos estremecedores y vinculaciones entre servicios secretos con cuentas en el exterior y con fondos buitre», remarcó.
En su último discurso ante la 70° Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York, recordó el pedido de Argentina para que la justicia norteamericana brinde «explicaciones» sobre las «condiciones en las que se encuentra (en ese país) este ex miembro de los servicios de inteligencia que estuvo 14 años en la investigación» del atentado a la AMIA, en alusión implícita al ex miembro de la ex SIDE, Antonio Stiuso.
En el que fue su octava exposición ante la ONU, Cristina tomó la palabra a las 19.15 (hora argentina), después del presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, y antes de su par de Bielorrusia, Alexander Lukashenko.
La presidenta habló 35 minutos, y finalizó resaltando que América latina «pasó de ser la región de la desigualdad a ser la región de la inclusión y la integración».
La presidenta no dejó de mencionar su respaldo a la resolución de las cuestiones de género e hizo hincapié en la figura del papa Francisco, y en la importancia de su intervención para destrabar las diferencias entre Cuba y Estados Unidos.
Otro de los aplausos lo recibió cuando haciendo un llamamiento a la paz en zonas de conflicto remarcó que los mismos «se resuelven con diálogo, hablando y no a fuerza de bombazos y fusiles».
Siguieron su discurso desde el recinto el canciller Héctor Timerman; la embajadora ante la ONU, María Perceval; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zanini y el ministro de Economía, Axel Kicillof.
Además del vicecanciller, Eduardo Zuaín; la embajadora en EStados UNidos, Cecilia Nahon; el vocero presidencial Alfredo Scocimarro y el director de la Agencia Federal de Inteligencia, Oscar Parrilli.
FUENTE: TELAM