Al finalizar el primer semestre de 2016, la Administración Nacional arrojó un resultado financiero deficitario de $132.500 millones, un 45% superior al obtenido en igual período de 2015 (del orden de los $91.200 mill.). En ese valor influyó el fuerte incremento de los intereses de la deuda (+87% ia.), en tanto que el Resultado Primario mostró un déficit un 2,6% menor al obtenido en el primer semestre de 2015, y se ubicó en el orden de los $41.500 millones.
De acuerdo con la dinámica propia del sistema de administración de la ejecución presupuestaria, en el tercer mes de cada trimestre (y particularmente en junio y diciembre)1 suelen presentarse déficits financieros relativamente significativos. En efecto, en junio de 2016 el nivel de gastos corrientes y de capital devengados resultó muy superior al de los recursos percibidos, derivando en un resultado financiero mensual deficitario en $94.300 millones, monto más de cuatro veces superior al obtenido en igual mes de 2015. En este resultado incidieron distintos factores, principalmente en lo que hace a los recursos (que cayeron un 11,5% ia. en el mes), y en menor medida también por el lado de los gastos (que se aceleraron en 1,5 p.p. respecto del ritmo de crecimiento acumulado en los cinco meses previos).
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