LUIS TAGLIAPIETRA, PADRE DEL CAPITÁN DE CORBETA ALEJANDRO QUE FORMABA PARTE DE LA TRIPULACIÓN DEL SAN JUAN, Y LOS CAPITANES DE CORBETA FRANCISCO OLEIRO Y JORGE SULIA BRINDARON HOY TESTIMONIO ANTE LOS MIEMBROS DE LA COMISIÓN BICAMERAL ESPECIAL INVESTIGADORA SOBRE LA DESAPARICIÓN, BÚSQUEDA Y OPERACIONES DE RESCATE DEL SUBMARINO A.R.A. SAN JUAN, QUE SE PROLONGÓ POR 5 HORAS.
Tagliapietra, quien además de ser padre de uno de los 44 miembros de la dotación del submarino, que murieron en la tragedia ocurrida el 15 de noviembre de 2017, es querellante en representación de 13 familias en la causa que lleva adelante la jueza Marta Yañez de Caleta Olivia, inició su alocución agradeciendo «de todo corazón» a los integrantes de la comisión «por la averiguación de la verdad» de lo sucedido.
«A un año y cinco meses de la desaparición (del San Juan) tenemos muchas expectativas por el dictamen que van a emitir (en la comisión) y confío en ello», aseguró el abogado, quien participó en la navegación del barco Ocean Infinity, que en la madrugada del 27 de noviembre del año pasado confirmó el hallazgo de la nave siniestrada en el fondo del mar.
Contó que su última comunicación con su hijo Alejandro se produjo cuando este se encontraba en Ushuaia, antes de embarcarse hacia Mar del Plata, durante la navegación en la que se perdió todo contacto con el submarino, y remarcó que «nunca» le «expuso preocupación de ningún tipo» en su corta carrera como marino.
Tagliapietra remarcó que «Alejandro amaba a la Armada» y cuando se lo consultó si podría pedir que se extraiga al submarino indicó que «hoy pareciera que materialmente es imposible» que se pueda concretar ese procedimiento pero de todas formas aclaró que «en lo personal no lo pediría porque conociendo a mi hijo y lo que amaba el mar y al submarino, si él pudiera elegir elegiría descansar ahí» donde se encuentra.
Por otra parte sostuvo que el «el hallazgo fue de una manera hollywoodense» en razón de que «sobre la hora» del tiempo establecido de 60 días para la búsqueda a través de la empresa Ocean Infinity se logró establecer que «ese contacto» que dos meses antes fue tratado como «una formación geológica» se trataba fehacientemente del submarino San Juan, que está alojado en «en un llano» en las profundidades tras haber sufrido «una implosión».
En otro orden, tras advertir que en el hecho «hay responsables de distinta índole», el letrado enfatizó que los familiares de las víctimas «pedimos por la verdad y la justicia, con transparencia».
Por su parte, el capitán Oleiro, quien fue jefe de armas y salvamento de la fuerza de submarinos y fue testigo de la última comunicación que tuvo el capitán del San Juan, capitán Pedro Fernández, con tierra en la madrugada del 15 de noviembre con el capitán Claudio Villamide al que le refirió la situación que estaba atravesando.
«En la comunicación telefónica no escuchaba a Fernández, pero Villamide repetía lo que decía el comandante del submarino. Que estaban en superficie, ventilando o terminando de ventilar la unidad y próximo a carga de aire. Villamide le ordenó terminar la patrulla y volver a puerto. También le recomendó no reconectar la batería y le informó donde estaban los buques de flota», consignó Oleiro, ratificando así los dichos del ex jefe de la fuerza de submarinos.
Finalmente, el capitán Sulia, jefe del departamento de logística de la fuerza de submarinos, admitió que «no hizo nada» después de «la maniobra de equiparar la atmósfera manipulando la válvula Eco 19» durante la navegación de julio del 2017, lo cual aceptó que «puedo haber sido una falencia no haber estudiado bien la maniobra» tras la concreción de la misma, que no estaba contemplada en los manuales de navegación del buque.