Como se esperaba en la previa y por 38 votos contra 31 -con 2 abstenciones (Crexell y Perotti) y una ausencia (Catalfamo)-, el Senado rechazó el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que había obtenido media sanción en la Cámara de Diputados.
De esta forma la iniciativa no se podrá debatir hasta el 1° de marzo del año que viene, cuando comience el nuevo año parlamentario, lo que resultará muy difícil por tratarse de un año electoral.
Los primeros en tomar la palabra al comenzar el tratamiento del proyecto en el recinto fueron los presidentes de las Comisiones que integraron el plenario en el cual se analizó la iniciativa y se citó a expertos y especialistas en la materia.
El presidente de la comisión de Salud, senador Mario Fiad (Tucumán – UCR), sostuvo que el proyecto proveniente de la Cámara de Diputados «es claramente violatorio de la Constitución Nacional» y cuestionó el contenido de la norma en debate porque, entre otros aspectos, «excluye a la persona por nacer». «Como médico no puedo estar a favor del aborto a demanda», enfatizó.
El presidente de la comisión de Justicia y Asuntos Penales, senador Pedro Guastavino (Entre Ríos – PJ), consideró que «Argentina será un poco mejor si hoy tenemos aprobada esta ley» y contó que durante el debate cambió su postura inicial en contra porque comprendió que «la problemática del aborto debe abordarse desde la salud pública».
El presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales, Dalmacio Mera (Catamarca – PJ), informó su oposición a la iniciativa remarcando que «hay vida desde la concepción», además de remitirse a la Constitución Nacional, Convención de los Derechos del Niño y fallos judiciales que coinciden en esa materia. También sostuvo que si saliera la sanción de la ley «no le estaríamos resolviendo el problema a nadie, nos estaríamos sacando el problema de encima».
Por último, quien comenzó con los cierres del debate fue el senador Maurice Closs (bloque Misiones), pronunciándose en contra de la media sanción aprobada en Diputados y recordando que él planteó «algunas correcciones muy importantes». Consideró que el primer problema es la inconstitucionalidad del proyecto, que además «avanza sobre facultades de las provincias», y agregó que «en Misiones la mayoría está de acuerdo con la forma en que estamos votando».
Luego los senadores Fernando Solanas (CABA) y María Odarda (Río Negro) compartieron el tiempo de su bloque (Frente Progresista): mientras Solanas consideró que «sigue existiendo la concepción patriarcal de una mujer tutelada e infantilizada», que «el goce es un derecho fundamental», y que «si no sale hoy, el año que viene vamos a insistir»; Odarda apuntó que «estamos en un Estado laico en el que las políticas públicas no las decide la Iglesia» y que «hasta el día de hoy el Estado se mantuvo ausente». Coincidiendo con la opinión que la escritora Claudia Piñeiro manifestó en las audiencias públicas, prosiguió: «no nos arrepintamos de ser valientes. Hoy tenemos la gran oportunidad de habilitar la política de salud pública de mayor impacto para las mujeres más humildes».
Seguido, fue el turno del senador por San Luis Adolfo Rodríguez Saá (Unidad Justicialista), que se pronunció en contra del proyecto y dijo: «Tenemos que defender el estado de derecho, hay que respetar todo nuestro cuerpo normativo». «Yo participé en la Convención Constituyente, y cuando incorporábamos los tratados internacionales, sumábamos tratados que decían que se era persona desde la concepción», agregó.
En tanto, la senadora por Salta María Fiore (Pares) sostuvo que «el principal fundamento de mi voto negativo es que el eje de este proyecto es cambiarle la naturaleza al aborto» y que «este proyecto no va a las causas, no va a las raíces del embarazo no deseado, y es ese el problema». Finalizó su presentación sosteniendo que «empoderar a la mujer es darle educación y las herramientas para que ejerza libremente su vida. En eso tenemos una deuda pendiente».
Continuó con el cierre del debate la senadora por la provincia de Buenos Aires, Cristina Fernández de Kirchner (Frente para la Victoria) ratificando que su bloque «va a acompañar esta media sanción» y considerando que «esto no es un tema de creencia sino de dar respuestas a un problema que existe. Más que una cuestión de género, estamos frente a una cuestión generacional. Una vez más los pibes perciben el cambio de época».
Por su lado, el senador por Río Negro Miguel Ángel Pichetto (Partido Justicialista) resumió que «en la última década hubo grandes avances de derechos pero algunos temas se nos pasaron, tal vez por miedo a instituciones retrógradas como la Iglesia Católica» y, citando a Montesquieu, agregó que «las leyes tienen que cambiar las veces que sean necesarias; en cambio las leyes religiosas fueron escritas en la piedra». «El ‘no’ puede ganar esta noche pero más temprano que tarde las mujeres podrán tener sus derechos».
La senadora por Tucumán Silvia Elías de Pérez (UCR) se manifestó en contra del proyecto defendiendo sus creencias católicas y asegurando que es de «las que cree en el derecho inalienable a la vida, de las que no se resignan buscando atajos». Calificó al proyecto de «inconstitucional» y «unitario» y dijo que «el aborto es siempre una tragedia que lo que hace es sumarle a la mujer una nueva herida más y le marca un camino que la convierte en jueza y ejecutora de la pena».
El último orador fue el senador por Formosa, Luis Naidenoff (UCR), quien se manifestó a favor del proyecto y destacó tanto las «posiciones en común, como la de que el aborto es una decisión no deseada y que es un verdadero drama» como que el camino de la penalización «fracasó». «Toda muerte es evitable», afirmó y consideró que «desde la política eso nos tiene que movilizar y no minimizar porque esto también significa un desprecio a la vida». Finalizó diciendo que más allá del resultado «nada está perdido».