«Siento que estoy viva por Dios y por la Virgen», afirmó este jueves la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en su primera aparición pública tras el intento de magnicidio del que fue víctima el pasado 1° de septiembre.
La vicepresidenta también mencionó la posibilidad de lograr un «acuerdo mínimo» con quienes «piensan distinto» para avanzar en la «reconstrucción» de la «economía» de la Argentina.
Conmovida, durante una reunión de unos 45 minutos que compartió a puertas cerradas con curas villeros en el Salón de las Provincias de la Cámara de Senadores, la Vicepresidenta dijo: «Siento que estoy viva por Dios y por la Virgen, realmente».
Durante un discurso de poco más de media hora, la titular de la Cámara alta señaló que su deseo era que su «primera actividad pública fuera de un despacho se hiciera con ustedes», porque «si tenía que agradecerle a Dios y a la Virgen lo tenía que hacer rodeada de curas con opción por los pobres, con curas villeros y con hermanas laicas y religiosas».
«Quería estar con ustedes porque, estando con ustedes, estoy un poquito más cerca de Dios y de la Virgen», subrayó para, luego, parafrasear al papa Francisco: «Por favor, recen mucho, mucho por mí, porque lo necesito».
En el encuentro, del que participaron integrantes del interbloque del Frente de Todos, como el neuquino Oscar Parrilli, la formoseña María Teresa González, el entrerriano Edgardo Kueider y el puntano Adolfo Rodríguez Saá, la vicepresidenta se refirió al atentado y a la posibilidad de avanzar en un acuerdo en temas económicos con la oposición.