EL TODO ES SUPERIOR A LA PARTE
El filósofo polaco Zygmunt Bauman nos describió con agudeza esta “modernidad líquida”, época de excesos verbales y escasez testimonial, que hasta hace poco en la Argentina se explicaba con el apotegma “mejor que decir es hacer”.
Por eso no sorprende demasiado la hostilidad de algunas reacciones ante el acuerdo firmado por la Mesa de Vaca Muerta, lejanas a la conciencia de quienes actúan en la actividad sindical donde es mucho más difícil olvidar que “la realidad es más importante que la idea”.
La Argentina tiene actividades estratégicas, algunas de las cuales exigen urgentes decisiones que apunten a la consolidación de su soberanía. Entre ellas, la producción energética alimenta los hogares, los sistemas industriales e impacta sensiblemente en la economía nacional.
Su estabilidad tanto como su operación continua, son tan indispensables que pueden compararse con las de un quirófano, cualidad de la que han derivado distintas iniciativas destinadas a salvaguardar el entendimiento de los distintos actores involucrados en la actividad, anticipándose a las situaciones de conflicto.
En líneas generales, el “procedimiento preventivo de crisis”, artículos 98 y subsiguientes de la Ley Nacional de Empleo N° 24.013 sancionada en noviembre de 1991, fue establecido como ámbito diferenciado del concurso preventivo ó quiebra.
Facilitó la conversación entre las partes para darle continuidad a la empresa evitando despidos y cierre de establecimientos.
En la práctica, esto impulsó a empresas y sindicatos a reunirse en las respectivas dependencias del Ministerio de Trabajo, hoy disminuido a Secretaría, encargado de homologar los acuerdos alcanzados para continuar con la actividad.
Por otra parte, en la producción hidrocarburífera, se sienten con particular virulencia las oscilaciones en el precio internacional del petróleo y el gas.
En el mes de enero de 2017, con precios deprimidos, con oposición activa de los sectores que están convencidos que la industria petrolera argentina no es competitiva y por lo tanto innecesaria, con cerca de 2000 trabajadores despedidos, se aprobó un agregado al Convenio Colectivo de Trabajo, conocido como “adenda”.
Con ese instrumento se le dio una normativa a la producción no convencional de hidrocarburos, que se desarrolla con el método de fractura hidráulica, en pozos que pueden llegar hasta los 6.000 metros de extensión, sumando los casi 3.000 mts. de profundidad y otros tantos de perforación horizontal.
En estos días se han superado en Neuquén los 30.000 trabajadores, con el regreso febril de las actividades productivas a Añelo, epicentro de la producción no convencional de hidrocarburos de Vaca Muerta, la mundialmente conocida formación geológica de 30.000 km cuadrados, de los cuales recién han sido otorgados a la exploración y explotación alrededor del 5 %.
La enorme capacidad tecnológica que se emplea en estas operaciones, tiene costos medidos en millones de dólares y una exigencia operativa ineludible: no se puede detener la perforación una vez puesta en marcha, hasta concluir la tarea, so pena de soportar cuantiosas pérdidas.
No obstante, seguía pendiente la necesidad de encontrar mecanismos institucionales que aumenten la fluidez en la toma de decisiones compartidas por autoridades nacionales, provinciales, municipales, empresarias y sindicales.
Así se creó la Mesa de Vaca Muerta como un espacio de coordinación interinstitucional con representantes de los organismos y sectores enumerados, donde cada actor hace propuestas de trabajo para el desarrollo armónico de la industria.
El acuerdo le ha dado forma al Convenio Colectivo de Trabajo de Petroleros, vigente desde el 1° de enero de 2012, cuyo Artículo 33 instaura los mecanismos de solución de conflictos colectivos, individuales o plurindividuales con intervención de una Comisión Especial de Interpretación y Resolución de Conflictos, que estaba aún pendiente de conformación.
La Comisión interviene en cuestiones derivadas de la aplicación, interpretación, alcance y/o extensión de las cláusulas convencionales (conflictos de derecho) y como gestión conciliadora en las controversias individuales.
Esta Comisión fue creada en los términos del artículo 14 de la ley 14250, con funciones previstas en los artículos 15 y 16 de la misma norma legal, con el objetivo de controlar el cumplimiento del Convenio Colectivo.
Sin embargo, es conveniente distinguir esta medida en su significado político, económico y social adecuado, pues fue imaginada y ejecutada para darle un impulso definitivo a la ya vigorosa actividad hidrocarburífera de la Provincia de Neuquén.
La Comisión Especial de Interpretación y Resolución de Conflictos no tiene por objetivo la limitación de derecho alguno, menos aún cuando se trata de un derecho constitucional, ni se encuentra en el espíritu con el que se ha constituido, aunque tal cosa fuera posible.
Es en realidad el agregado de una instancia ágil y de alta capacidad resolutiva a las situaciones de controversia, a la que se obligan todas las partes antes de tomar una “medida de acción directa ó último recurso”.
La duplicación estimada de los puestos de trabajo, el impacto favorable en la economía y en el sistema financiero, en momentos tan críticos para todo el Pueblo Argentino, son consecuencias satisfactorias del éxito de esta iniciativa.
Neuquén, 11 de Octubre de 2018
SINDICATO DE PETROLEO Y GAS PRIVADO