“El principal requerimiento de la democracia representativa es la representación justa, y la representación sólo es justa cuando es proporcional”
Giovanni Sartori (1)
Un reciente estudio de Tomás Aguerre, Facundo Cruz y Malena Magnasco, publicado por CICaD, en base a los datos poblacionales arrojados esta semana por el INDEC, da cuenta de la necesidad de cumplir con el mandato que la CN dispone en sus artículos 45 y 47, dado que la correcta representación en la Cámara Baja debería ser de 359 diputados -conforme la legislación vigente-, en lugar de los actuales 257.
El tema de la representación de la población -y de las provincias- en la Cámara de Diputados, ya había sido abordado por diversas investigaciones. En el ámbito local es muy conocido el estudio publicado por Ernesto Calvo y Juan Manuel Abal Medina (h), que incluso avanza en el análisis de las connotaciones políticas del sistema adoptado en nuestro país (2).
El informe del CICaD señala que ampliado el número y analizando la distribución correspondiente, «la provincia más beneficiada con la reforma (y actual perjudicada) es la de Buenos Aires: tiene 42 bancas menos que las que debería tener de acuerdo a los datos censales. Otras provincias como Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Tucumán y Salta crecerían sustancialmente en la cantidad de bancas extras. Son, precisamente, los distritos más poblados del país. El resto de los distritos también ampliaría su peso, pero no de una manera tan marcada (entre 0 y 3 bancas adicionales)».
También señala que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es el único distrito actualmente sobrerrepresentado. «Con los datos del Censo 2022 el distrito capitalino debería tener 3 bancas menos que las actuales». Esto implica que una reforma que ajuste la representación en la HCDN, no solo mejoraría la calidad de nuestra democracia, sino también la de nuestro federalismo.
Aunque el estudio no lo menciona, es lógico suponer que una reforma que amplíe la actual representación, daría la posibilidad a expresiones políticas minoritarias de obtener alguna banca, por lo que no se trata solo de una cuestión numérica.
(1) Ingeniería constitucional comparada: una investigación de estructuras, incentivos y resultados. 1994, México, Fondo de Cultura Económica.
(2) El federalismo electoral argentino: sobrerrepresentación, reforma política y gobierno dividido en la Argentina. 2001, Ciodad de Buenos Aires, EUDEBA.