El ex senador radical e integrante de la coalición gobernante Cambiemos, Ernesto Sanz y el jefe del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Angel Pichetto, coincidieron en destacar la necesidad de llevar adelante un pacto entre partidos políticos similar al que se llevó a cabo en España tras la finalización de la dictadura de treinta años del generalísimo Francisco Franco.
En tanto, el presidente provisional del Senado, el macrista Federico Pinedo, fue menos enfático pero propuso «construir acuerdos de cosas que hay en común».
La discusión sobre la posibilidad de avanzar en un pacto entre partidos políticos similar al de La Moncloa, que hizo ingresar a España a la prosperidad a fines de los años ’70, se dio durante una conferencia en el Salón Azul del Senado y que contó con la presencia de uno de sus firmantes, el ex dirigente del Partido Comunista español, Ramón Tamames.
«¿Hay una oportunidad hoy en la Argentina de hacer un Pacto de La Moncloa? Estoy absolutamente convencido de que sí. Con Pichetto hemos coincidido en la necesidad de avanzar en un gran acuerdo en la política argentina. Hay una oportunidad para un acuerdo de esta naturaleza», enfatizó Sanz.
Aunque el mendocino, quien fue el primer orador de la tarde, dijo añorar «el bipartidismo», afirmó que «hay dos coaliciones» para llevar adelante «un acuerdo duradero».
«En muchos dirigentes políticos hay un diagnóstico común acerca de un agotamiento metodológico y estratégico. En esos agotamientos encuentro una base extraordinaria para, transversalmente, sentarse en una mesa, casi remedando a la dirigencia política de España», aseveró.
Para Sanz, «la dirigencia política de la Argentina tiene que decirle ‘no va más’ a los problemas estructurales: déficit público, el rol del Estado, la pobreza, la desigualdad», y razonó que «hay que lograr definiciones estructurales, dejando de lado a la coyuntura».
No obstante, dejó en claro que «la primera etapa de esa discusión es en la política» y que «recién después el mundo empresario y el mundo sindical vendrán al gran acuerdo nacional».
En ese aspecto, Pichetto coincidió con Sanz cuando dijo que «hay que buscar los caminos con los partidos políticos, porque el Pacto de La Moncloa fue un pacto político».
«El único debate que funciona en la Argentina, no quiero que se malinterprete, es el del pasado. Y la Argentina necesita debatir el presente y el futuro. Por dónde salimos y cómo crecemos», propuso Pichetto ante el aplauso del público presente en el Salón Azul del Senado, entre los que se encontraba la vicepresidenta de la Nación, en ejercicio de la Presidencia, Gabriela Michetti.
Finalmente, el senador rionegrino mencionó que la crisis política y económica de Brasil «incide en la economía de la Argentina» y propuso «pensar no sólo en los acontecimientos locales, sino a dejar de lado las visiones pequeñas y mezquinas y a pensar el país».
Pinedo, por su parte, pidió «la oportunidad para construir acuerdos de cosas que tenemos en común y que debemos cuidar».
«Esas son las materias del acuerdo necesario. Siempre. La pequeñez personal no debería postergar ese acuerdo», opinó.
El Presidente Provisional del Senado mencionó que «faltan interlocutores» y que «hay que reconstruir el sistema político porque está destruido».
«Porque en esos grupos que se enfrentan debe haber gente que se pueda poner de acuerdo en temas comunes», insistió.
La jornada fue abierta por Tamames quien dijo que el pacto comenzó con la idea de «una política de concentración sin necesidad de un gobierno de concentración».
El ex dirigente español mencionó que «las clases medias y la política de reconciliación entre los españoles pesó mucho», pero «el crecimiento económico del país fue fundamental».
«Adolfo Suárez convocó a todos. Desde la derecha a la izquierda. Los únicos que no quisieron participar fueron los representantes de ETA», el grupo independentista vasco, comentó Tamames.
Al respecto, destacó que «hubo un compromiso histórico, un proyecto para modernizar al país que creció económicamente pero que tenía muchas notas de regulaciones autoritarias».
«Lo que primó fue el espíritu de empujar un país hacia adelante», sentenció Tamames.
El debate en el Salón Azul contó con la moderación del dirigente peronista Julio Bárbaro y con la presencia de senadores de todas las bancadas, como los oficialistas Roberto Basualdo y Alfredo Martínez, los peronistas Juan Manuel Abal Medina, María Labado, José Mayans y Rodolfo Urtubey, el representante de Proyecto Sur, Fernando Solanas; y el massista Alfredo Luenzo.
También participaron los ex senadores peronistas Jorge Yoma, Nicolás Fernández, Augusto Alasino y Remo Costanzo; y los auditores generales Graciela De la Rosa, Oscar Lamberto y Jesús Rodríguez.
Además, se hicieron presentes los ex diputados Eduardo Camaño, Humberto Roggero, Ricardo Gil Lavedra y José Antonio Romero Feris.