Durante el año 2017, se observó una mejora en los resultados fiscales con respecto a 2016, tanto en términos absolutos como en términos de los recursos totales. En particular, el resultado económico pasó de un déficit de 3,1% de los recursos en 2016 a un superávit de 2,2% de los mismos en 2017; en tanto, el resultado primario pasó de representar un déficit equivalente al 3,7% de los ingresos totales percibidos en el año 2016, a quedar casi en equilibrio, con apenas un déficit de 0,2% durante 2017. Por su parte, el resultado financiero pasó de significar un déficit de 7,8% a uno mucho menor, de 4,2% de los recursos en 2017 con respecto al año anterior.
Esta mejora fue consecuencia de un mayor ritmo de crecimiento de los recursos corrientes en 2017, que superó en 7,1 puntos porcentuales (p.p.) el crecimiento de los gastos corrientes (+35,1% ia. vs. +28% ia.)1.
En términos absolutos, por primera vez en cuatro años, se obtuvo un resultado económico superavitario de $11.715 millones. Por su parte, los resultados primario y financiero redujeron su déficit en 91,5% y 27,6% con respecto 2016, pasando a saldos deficitarios de $1.249 millones (vs. déficit de $14.777 millones) y de $22.306 millones (vs. déficit de $30.817 millones) respectivamente, en 2017.
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