Pasado el primer «chico» del torneo de truco, se recogen los porotos. El ajustado triunfo en las PASO de Santa Fe y el más cómodo de CABA, lo muestran claro ganador a Macri. El segundo «chico», el de las PASO nacionales del 9 de agosto, será sin embargo el que perfilará al ganador del torneo.
Este miércoles Massa cerró su frente con De la Sota -al cual adherirá el Peronismo Federal liderado por Rodríguez Saa- y espera en el acto del 1º de Mayo, poder cantar la «falta envido» con sus 33 de mano. Cerraría así una semana brillante para él, por el oxígeno que le brinda De la Sota, con una posible propuesta para integrar a su fórmula presidencial a la radical mendocina Laura Montero.
Esta maniobra le permitirá ampliar muchísimo su ya amplia base bonaerense, donde además de gran parte de los intendentes cuenta con un candidato a gobernador potente como De Narváez, junto a los votos provenientes de Córdoba y Cuyo, obtendrá por lo menos la mitad del electorado mendocino que lidera el cobismo. De las cinco mejores cartas electorales, ya tendrá aseguradas tres.
Adicionalmente su maniobra tendría consecuencias catastróficas para el «Pacto de Gualeguaychú», minando la entente Macri-Sanz y abriendo la puerta para que los radicales salgan a jugar mucho más orgánicamente en Corrientes, Formosa, Tucumán, La Rioja y Jujuy.
Esto sería un baldazo de agua fría para el PRO, que aún disfruta las mieles de un triunfo que hizo bailar tan alegremente a su líder. Muchos temen que el escenario de Costa Salguero sea en realidad la cubierta del Titánic, dado que la falta de estrategia política y una marcada tendencia a mirarse el ombligo, hizo que al centrar su atención en la interna con Michetti, al macrismo le apareciera un competidor mucho mas peligroso que Recalde, como es Lousteau. Más cómodo hubiera sido volver a enfrentar al FpV, a quien ya tenía de hijo. Bien es sabido que en la guerra como en la política, mucho más importante que la elección de los amigos, es la de los enemigos. El electorado porteño tendrá que optar ahora para conducir la ciudad entre dos personajes, proyectos y estilos similares, con resultado abierto.
Comienzan sesenta días de posibles angustias para el soberbio proyecto presidencial de Macri y quizás, sólo quizás, hoy sea el día cincuenta y nueve de un calvario por el que Massa ya atravesó.