«Primero apareció el affair Triaca. Después, el de la hermana de Triaca; luego Caputo y las offshore, Valentín Díaz Gilligan y sus 1,2 millones de dólares en una cuenta española no declarada y la lista sigue. El Gobierno tiene aproximadamente cincuenta funcionarios procesados.
Así, la tolerancia social, en principio sustentada en la esperanza de cambio y la transparencia, comienza a desaparecer a medida que esos dos atributos desaparecen. Cambiemos comienza a parecerse al kirchnerismo, pero con buenos modales.
La diferencia es que en el Gobierno anterior, por los peores motivos y con los peores métodos, si se quiere, el sector popular estaba relativamente contenido. Con este Gobierno, en esos sectores la calidad de vida ha empeorado.
Por eso, esta combinación de un cambio en la percepción social de la calidad moral de este Gobierno junto con el deterioro de las condiciones de vida le resta sustento a la tolerancia.
El fin de la tolerancia ha comenzado». Así comienza el Informe de Raul Aragón & Asoc. que introduce al estudio de opinión pública recientemente publicado.