El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, destacó la importancia del proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo al sostener que apunta a eliminar las «trampas» que se hacían con las boletas. Fue al exponer en un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Justicia de la Cámara de Diputados.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, aseguró que la intención es que en las próximas elecciones de 2017 «los argentinos ya votemos de otra manera, incorporando mayor tecnología».
Frigerio puso de relieve además que la iniciativa, que establece principalmente la implementación del voto electrónico y una modificación parcial de las PASO, permitirá “que haya más seguridad entre los votantes de que nadie le pueda robar la boleta a otro partido”, al asegurar que “necesitamos elecciones ejemplares ya el año que viene”.
Al exponer en un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Justicia, que conducen los oficialistas del PRO, Pablo Tonelli y Luciano Laspina y el radical Diego Mestre, el ministro precisó que se trata de la primera parte de una reforma “muy ambiciosa” que el gobierno buscará aprobar en los próximos meses junto a otras normas vinculadas a mejorar y transparentar el sistema electoral.
Del encuentro participaron además el secretario de Asuntos Políticos, Adrián Pérez; el ministro de Modernización, Andrés Ibarra, que explicó los aspectos tecnológicos del proyecto y las licitaciones, y la secretaria de Relaciones Parlamentarias, Paula Bertol.
Se trata de uno de los principales proyectos que Cambiemos aspira a aprobar durante 2016 y que contempla, entre otras cuestiones, la implementación del voto electrónico en todo el país y una modificación parcial de las PASO para que se pueda votar a un sólo partido en todos los cargos electivos, punto que es rechazado por la oposición y sectores del radicalismo que quieren mantener el sistema D’Hont para el armado de listas.
En el marco de su exposición, Frigerio indicó que la reforma electoral llega “con un trabajo previo”, al recordar que el proyecto tiene “un nivel de consenso político muy importante” que, dijo, “seguramente será enriquecido en el debate parlamentario como todos los proyectos que se aprobaron en los últimos meses, esperemos que esta reforma no sea la excepción”.
De hecho, el oficialismo necesita que esta norma logre importantes consensos entre los bloques políticos, ya que debe votarse con mayoría absoluta porque se trata de leyes constitucionales, con lo cual en la cámara baja debe conseguir 129 votos.
Según Frigerio, la iniciativa busca además “simplificar” el calendario electoral para que haya una sola fecha para las elecciones nacionales y sostuvo que el gobierno “tomó la decisión de avanzar hasta acá porque necesitamos un año para implementar el cambio de tecnología y capacitar a la ciudadanía en esta nueva forma de encarar el proceso electoral”.
Ante las críticas por parte de la oposición en torno a la “oportunidad” de la reforma, Frigerio sostuvo que “es un proyecto necesario porque que va a permitir mayor fortalecimiento de las instituciones, ya que existe una percepción que las elecciones son del todo limpias y eso debilita a la democracia por eso proponemos dotar de mayor transparencia al proceso con esta iniciativa”.
“La gran mayoría de los argentinos quiere cambios y esta ley puede permitir llegar a revertir esa percepción”, aseveró el ministro, quien consideró que el cambio en las PASO busca “generar condiciones para que sean la instancia para elegir a los mejores candidatos o alianzas para la elección general y por eso está incorporada esta modificación”.
A su turno, Ibarra puso de relieve que el objetivo del gobierno “es incorporar transparencia” a través y avanzar en esta reforma “para terminar en la elección del mejor sistema posible para llegar a las elecciones de 2017” aunque admitió que el gobierno nacional no tiene “definido aún de qué software se trata” porque, dijo, “necesitamos la ley que nos dé el marco”.
Por su parte, Adrián Pérez precisó que la boleta única electrónica permitirá “la exactitud” en el resultado y otorgará “agilidad” al proceso, ya que explicó que con este sistema “dos horas después de cerrados los comicios” se podrán conocer los resultados de la elección, a la vez que se ganará en “equidad porque todos los partidos tendrán las mismas oportunidades ya que no habrá faltante de boletas”.
Tras destacar que no se trata de “un voto electrónico liso y llano” porque el voto quedará impreso en un papel, Pérez destacó la importancia de terminar “con las colectoras y las candidaturas múltiples y reiteró la necesidad de garantizar transparencia con la apertura y un conteo manual “de algunas mesas para constatar que el sistema funcionó correctamente” y se realizarán además auditorias con universidades y partidos políticos del software.
En tanto, y a la hora de las preguntas, el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Héctor Recalde cuestionó “el sentido de oportunidad para discutir la reforma”, al sostener que “en el sentido del pueblo no creemos que sea una prioridad” porque, dijo, “todos los esfuerzos tienen que ser dirigidos a evitar las consecuencias graves que está padeciendo nuestro pueblo como el aumento de las tarifas”.
Desde el Frente de Izquierda, la diputada Myriam Bregman criticó que el proyecto “mantiene lo más retrogrado” del sistema electoral y consideró que “viola los derechos de todos los ciudadanos ante la imposibilidad de votar a dos agrupaciones en las primarias”.
Al término del encuentro, las comisiones recibirán a representantes de instituciones, organizaciones, universidades, la justicia electoral y especialistas en informática, que expondrán hasta alrededor de las 20, aproximadamente.
Entre los expositores figuran Julia Pomares, directora ejecutiva del Cippec; Delia Ferreira Rubio, de Poder Ciudadano; el fiscal Jorge Di Lello; Hernán González Figueredo, de la Cámara Electoral; el apoderado del PJ, Jorge Landau; y el ex director nacional electoral, Alejandro Tullio.