El ministro de Economía subrayó que el acuerdo alcanzado por el Gobierno con el staff del FMI es «distinto a los anteriores», ya que «no prevé una reforma laboral ni jubilatoria, ninguna que quite derechos».
Al exponer esta tarde en un plenario de comisiones del Senado, Guzmán recordó que «se busca abordar el problema que se presenta para la Argentina en la balanza de pagos producto del stand by alcanzado en 2018».
El ministro de Economía explicó que la situación compleja internacional, a raíz de la pandemia y el conflicto entre Ucrania y Rusia, produce «impactos significativos en los precios internacionales que impactan de manera directa en los alimentos en el país».
En ese sentido, el entendimiento con el FMI permitiría «construir certezas en un contexto de incertezas», a partir de «poder contar con financiamiento para afrontar vencimientos acordados en 2018 y darle continuidad a fuerte recuperación económica que vive la Argentina», señaló el ministro.
Asimismo, Guzmán subrayó que el acuerdo alcanzado por el Gobierno con el staff del FMI es «distinto a los anteriores», ya que «no prevé una reforma laboral ni jubilatoria, ninguna que quite derechos», al exponer en un plenario de comisiones del Senado.
«Desde lo macroeconómico, el acuerdo tiene tres objetivos: la acumulación de reservas internacionales, un sendero fiscal y un fortalecimiento monetario», detalló Guzmán en su exposición ante los representantes de la cámara alta.
En otro tramo de su exposición, el titular del Palacio de Hacienda manifestó la necesidad de que el acuerdo con el FMI cuente con un «amplio respaldo» del Congreso, al exponer esta tarde en un plenario de comisiones del Senado.
«No es sano que un gobierno de turno pueda actuar sin un amplio respaldo», dijo Guzmán, para luego enfatizar que una situación contraria «implica la posibilidad de seguir un camino muy nocivo para la Nación Argentina».
Tras remarcar que «poder darle tratamiento legislativo fue de mucho valor», aseguró que el hecho de que «por primera vez en la historia argentina podamos tener este debate es un paso adelante para nuestra república a la hora de fortalecernos como Estado nación».
Al referirse al capítulo energético contemplado en el acuerdo con el FMI, Guzmán aseguró que «hay un objetivo firme de ir pudiendo reducir los subsidios», pero resaltó que también hay que tener en cuenta que «hay velocidades que se tornan factibles con relación a las contingencias que se vayan presentando en el escenario nacional climático y en el internacional».
«Hay factores que quedan fuera del control del Gobierno nacional, una es la situación hidráulica; la situación de la sequía está por fuera de lo que el Gobierno puede hacer. Otra es la situación internacional y lo que está pasando en el contexto de la situación geopolítica con el precio del GNL, con el precio de la energía en general», precisó.
El ministro enfatizó que «el mundo vive una crisis energética» y como tal «es uno de los principales problemas que se está viviendo en toda la matriz productiva, energética y para los consumidores», por lo que «hay un contexto que ha ido cambiando, que sigue cambiando, y que hacia adelante va a presentar distintas contingencias porque no hay forma de tener certeza de lo que va a pasar con la guerra».
El titular de la cartera económica también explicó que la Argentina tiene «una gran oportunidad de desarrollo», pero el sector necesita «condiciones de mayor estabilidad macroeconómica».
En ese sentido, aseguró que «hay empresas atentas en hacer esa inversión de escala y siguen con una atención muy fuerte lo que se está discutiendo en el Senado, en la posibilidad de que la Argentina vaya resolviendo sus tensiones en su balanza de pagos».
«Tenemos las regulaciones de capital que fueron implementadas en 2019 por la anterior gestión y ha ido evolucionando en nuestra administración, con un sentido de carácter defensivo ante lo que era la situación de salida de capitales, incluyendo los fondos de especulación financiera de corto plazo que pusieron muchas presiones en el frente cambiario», explicó.
Pero reconoció que «para que haya inversión de escala es importante ir adaptando este esquema de regulaciones, en particular para el sector de la energía».
También entendió que para poder generar un aumento en la escala de la producción, es necesario contar con «YPF jugando su rol», al señalar que la compañía de mayoría accionaria estatal «viene experimentando una recuperación muy fuerte el último año, en un contexto en el cual tuvo la oportunidad de normalizar las condiciones financieras».
«Al mismo tiempo, llevó sus políticas en el contexto de las políticas que el Estado llevó adelante para poder transitar un sendero muy fuerte de recuperación de la inversión y la producción», aseguró.