Valorar y reconocer la “tarea de cuidado” que ejercen mayoritariamente las mujeres. Jerarquizar esa función social indispensable, que va desde el cuidado de los niños hasta el de los adultos mayores o los enfermos. A eso apunta un debate que se ha iniciado en la comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de la Cámara de Diputados, presidida por la diputada Alejandra Martínez.
La Comisión realizó una reunión informativa en la que abordó la temática del “Cuidado en la agenda legislativa, las encuestas del uso del tiempo y los sistemas nacionales de cuidado”.
La “economía del cuidado” es entendida como el conjunto de bienes, servicios, actividades, y relaciones vinculadas al mantenimiento y reproducción de la vida de las personas y sus grupos familiares.
Martínez explicó que “las personas tenemos derecho a cuidar, a cuidarnos y a ser cuidados. Pero en un sistema donde rige el patriarcado, las tareas del cuidado humano -tiempo de cuidado de los hijos, de los adultos mayores, de las personas con problemas de salud, de personas con discapacidad- son un rol asignado a las mujeres, quedando naturalizado como una tarea propia del género”.
En ese sentido, la presidenta de la Comisión, junto a las diputadas Silvia Lospennato y Carla Carrizo, avanzaron en la elaboración de un proyecto para efectuar un relevamiento que permita detectar qué personas desarrollan en cada familia las tareas del cuidado y cómo son los “usos del tiempo”.
“Es vital definir políticas públicas que ayuden a democratizar la tarea del cuidado en el marco de un Sistema Nacional del Cuidado que contemple esta labor como una actividad formal”, sostuvo la presidenta de la Comisión.
En el encuentro disertó Laura Pautassi, doctora de la Universidad Nacional de Buenos Aires en Derecho Social y directora del Grupo de Trabajo Interdisciplinario Derechos Sociales y Políticas Públicas (UBA), quien sostuvo: «Hoy hablamos del derecho del cuidado, pero muchos países ya lo reconocen y normativizan. En nuestro país se necesita construir un sistema, una política pública que involucre al Indec, a los ministerios y al Consejo de la Mujer».
La investigadora hizo hincapié en los cambios necesarios para erradicar la desigualdad de género en relación al cuidado: «No somos mujeres reclamando más derechos para cuidar mejor, sino que se distribuya equitativamente el cuidado».
La diputada Carla Carrizo también abordó la temática desde una perspectiva de género: «No podemos cuidar aquello que no podemos visibilizar; no somos todas iguales. Las mujeres que trabajan en el servicio doméstico no se formalizan, necesitamos las estadísticas del cuidado».
La diputada Silvia Lospennato señaló la importancia de dar valor económico a la tarea del cuidado: «tenemos que darle un enfoque desde el mercado laboral. En un mundo que va mecanizando cada vez más sus actividades, hay que pensar el valor económico que tiene el cuidado».
Por su parte, la directora del Observatorio de Derechos Humanos del Senado de la Nación, Norma Morandini, consideró que «estamos metidas en un brete difícil, porque se ha naturalizado que el cuidado es una tarea de las mujeres».