por Horaco Umbídez
Sorprende la omisión o siquiera una breve mención en casi todos grandes medios, a lo que fue el eje del discurso del candidato a Presidente Sergio Massa. Este se refirió muy especialmente al flagelo del juego y como suplantaría la merma en la recaudación del Impuesto a las Ganancias a los asalariados, imponiéndole más impuestos al juego en Argentina, que no debemos obviar que va de la mano con la comercialización de drogas, por blanqueo o por corrupción social.
No debería esperarse demasiada repercusión en los medios afines al gobierno, y mucho menos de los cuales Cristóbal López es dueño, pero es demasiado ostensible la postura de otros medios nacionales, aunque cabe recordar las alianzas estratégicas que en algún momento supo tejer BOLDT con algunos de esos mismos medios nacionales.
Lo mismo sucedió cuando Michetti apuró a Macri con este tema: luego sobrevino un silencio de radio espantoso, solo quebrado con alguna medida tardía que no aclaró en nada la postura del jefe del PRO.
Pese a que el partido de gobierno ha logrado instalar la duda respecto a las condiciones de gobernabilidad en las que dejará al país después del 10 de diciembre, Massa ha retomado su campaña dando una respuesta a esas dudas, con temas de alta incidencia en la opinión pública y sobre el que los demás candidatos deberán pronunciarse. Una reforma tributaria que apunte a bajar la presión sobre sectores medios y grave al juego y a la especulación financiera; y una “limpieza” de empleados que ingresaron al sector público sin más mérito que una pertenencia partidaria, y que comprometen seriamente la eficiencia de la burocracia estatal y el deseado equilibrio de las cuentas públicas.
Son debates que más allá de quien los proponga, deberán comenzarse a dar.