Seguimiento a la implementación de recomendaciones de auditoría en el Sector Público – Problemática actual que merma su utilidad y cómo mitigarla.
Por Dr. CP Oscar Díaz*
Luego de trabajar durante casi 30 años en el tema de la auditoría y el control interno (entre otras áreas de mi competencia) siento la necesidad profesional y personal de escribir, con cierto nivel de amargura que roza la desilusión, sobre algo que a veces parece banal y a lo cual se le otorga poca atención y apoyo, pero que, sin embargo, representa el éxito y optimiza la utilidad de la auditoría, y me refiero justamente a la oportuna y adecuada implementación de las recomendaciones resultantes de la misma.
Al respecto, quisiera primeramente sensibilizar a los lectores, llamarlos al más profundo nivel de reflexión e introspección, sea cual fuere su posición o responsabilidad frente a la implementación de las recomendaciones de auditoría. En tal sentido, circunstancialmente el lector podría ser el mismo auditor, el responsable de la entidad auditada, los congresistas representantes del pueblo o los mismos dueños legítimos de los recursos públicos, es decir…la sociedad civil. Es importante releer y percatarse que al citar a cada uno de esos lectores, estoy considerando a todos aquellos que tienen que ver con los cuatro elementos y pilares de control de un país: el control externo, el control interno, el control legislativo o político y el control social, respectivamente. A tal efecto, narraré un ejemplo o analogía con la medicina para ilustrar un escenario que fácilmente represente las consecuencias de la desatención al seguimiento e implementación de las recomendaciones de auditoría.
Imagínese que usted ante un malestar estomacal que no le permite desempeñarse adecuadamente en su trabajo o lo inhabilita para realizarlo, decide visitar al médico con el obvio y único objetivo de sanarse; para ello, insume tiempo de algún día laborable (que es cuando el médico atiende), se traslada hasta el consultorio y se somete a la acostumbrada tediosa espera hasta ser atendido. Finalmente, el médico lo revisa, le realizan los estudios o análisis de rigor, vuelve al doctor y finalmente con el diagnóstico elaborado con base en la revisión clínica y los análisis realizados, el médico le comunica que usted padece de…gastritis y, consecuentemente, le receta o recomienda medicinas, para lo cual usted se traslada hasta la farmacia con mejor precio y hace la respectiva compra de las medicamentos que le permitirá sanarse en un plazo ya estimado por el galeno. Hasta aquí todo pareciera que está dentro de los sensato, lógico, conveniente, prudente y ajustado a la necesidad que usted presenta para cotidianamente poder cumplir de forma adecuada con su trabajo, solo que usted sorpresivamente…decide no tomar la medicina, tomarla inadecuadamente o tomarla unos meses después.
En resumen, usted como mínimo:
- Insumió tiempo de su trabajo, privándose de tener ingresos (si es trabajador autónomo).
- Gastó dinero en traslados, por ejemplo, taxis o combustible.
- Gastó dinero en honorarios médicos.
- Gastó dinero en estudios o análisis realizados, por ejemplo una endoscopia.
- Aumentó su nivel de stress por la presión en obtener los resultados y sanarse.
- Gastó dinero en la compra de las medicinas.
No obstante lo arriba listado, usted decidió deliberadamente no tomar la medicina recomendada o no lo hizo adecuadamente o de forma oportuna, en definitiva…usted gastó mucho dinero y no se sanó, pudiendo incluso su estado de salud empeorar hasta derivar en una úlcera o bien la muerte. Entonces, la pregunta inmediata es…¿para qué lo atendió el médico y gastó tanto dinero si finalmente no iba a implementar la prescripción o recomendación médica?.
Como corolario, se puede concluir que el relato anterior no dista mucho de lo que acontece en algunas instituciones del sector público de ciertos países de Latinoamérica con las recomendaciones de auditoría; en donde el auditor es el médico, la institución auditada es el enfermo y las recomendaciones de auditoría que deben implementarse son las medicinas prescriptas.
A nivel de sector público, si no se implementan las recomendaciones cabría repensar o reflexionar, por ejemplo: para qué sirve hacer tantas y diferentes auditorías, emplear tantos auditores, trabajar frente a tanta presión, incurrir en tanto presupuesto, etc., si finalmente las recomendaciones para mejorar el control interno operacional, financiero o legal para contribuir a una mejor gestión institucional…no se implementan, ante lo cual, por pensamiento lateral, podríamos preguntarnos, por ejemplo: ¿Cuál es la utilidad o valor agregado de las Entidades de Fiscalización Superior (EFS) al plantear recomendaciones si las mismas son desatendidas? y ¿Cuál es el costo-beneficio de las auditorías?.
En auditoría, el éxito del trabajo no está en hacer muchas y variadas clases de auditorías o en plantear un sinnúmero de recomendaciones (algunas casi inaplicables).
Sin lugar a dudas, el éxito está en formular recomendaciones provechosas que sean implementadas oportuna y adecuadamente, para lo cual se requiere de una eficaz y eficiente herramienta para su seguimiento, es decir un adecuado “Sistema de Seguimiento de Recomendaciones” automatizado e interactivo.
Con dicho Sistema el proceso de seguimiento se ve altamente beneficiado al mejorar, entre otros aspectos, los niveles de: (i) eficacia, por mayor seguimiento e implementación, (ii) eficiencia, por menor uso de recursos como producto de la automatización, (iii) economía, por menores costos resultantes de la interacción, (iv) exactitud, por trabajar en un ambiente automatizado, y (v) transparencia, por disponer de información que permita transparentar el estado de avance en la implementación de las recomendaciones y así facilitar el control social.
Al respecto, dicha solución, el “Sistema de Seguimiento de Recomendaciones” automatizado e interactivo ya ha sido conceptualizado, desarrollado y bajo el interés de algunas EFS de Latinoamérica para su pronta utilización, de conformidad con su marco legal vigente. Adicionalmente, su utilidad se extiende y es aplicable a las Unidades de Auditoría Interna, quienes en definitiva están encargadas, al “interno” de la Institución, de dar oportuno seguimiento a la implementación de sus propias recomendaciones y a las planteadas por organismos externos (por ejemplo: firmas privadas, EFS, organismos rectores, etc.).
* El Doctor Oscar Díaz es argentino y Contador Público de la Universidad de Buenos Aires, asimismo cuenta con un MBA en Estados Unidos y es CRMA del Institute of Internal Auditors. Está especializado en auditoría, control interno y aseguramiento de objetivos institucionales. Cuenta con más de 30 años de experiencia en la materia. Ha sido gerente de la firma de auditoría KPMG y consultor en programas del Departamento de Ayuda Económica de los Estados Unidos, Banco Mundial, Cooperación Española, Banco Interamericano de Desarrollo, PNUD y Unión Europea, entre otros organismos internacionales. Ha prestado servicios en Bolivia, Argentina, España, Brasil, Venezuela, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Paraguay, Guatemala, Costa Rica, Panamá, México y República Dominicana. En materia académica ha sido docente en la UBA, en maestrías del “Harvard Institute for International Development” y expositor en distintos foros nacionales e internacionales tal como la Organización Latinoamericana de Entidades Fiscalizadoras Superiores, Transparency International y otras (jocam123@hotmail.com).