Por Horacio Umbídez
Muchos medios, analistas y políticos han sido sumamente benévolos con el tercer gobierno radical (TGR – Asis dixit) al referirse a sus últimos desaguisados como «errores no forzados».
Detrás de la estética que imprimen a Cambiemos el afable Marcos Peña o el pintoresco Duran Barba -hacia afuera y hacia adentro, respectivamente- han empezado a conocerse algunos hechos que emparentan mucho al actual gobierno con el anterior.
Lo del cálculo de la actualización de las jubilaciones podría ser un error. Mas bien forzado por el afán de muchos funcionarios por cumplir la orden de «ahorrar» en el marco de una situación fiscal muy comprometida. Lo del Correo es distinto. Y si tienen alguna duda respecto a lo que interpretó la opinión pública, ya se la deben estar despejando las encuestas que tan bien saben contratar.
Hoy sabemos los motivos por los cuales se retiraron del Gobierno tanto Constantini como Melconian. Ella no quiso convalidar la política de cielos abiertos para beneficiar a Avianca y el otro, después de un informe técnico de su línea, desaconsejó la paparruchada de la convocatoria y posterior arreglo con SOCMA por el Correo Argentino SA.
Podrán haber usado como excusa las paritarias de los pilotos o de los bancarios, o que el economista de la Guardia Imperial no quería que le sacaran varios miles de millones del Nacion para gastos corrientes, pero la cruel y muy triste realidad es que la Ceo de GM y el economista de Valentín Alsina solo fueron fusibles que saltaron al negar la posibilidad de armar unos buenos y suculentos negociados de algunos «descuidistas» que pululan por el TGR, a sabiendas o no del Presidente Macri.
No creo que tenga mayor importancia saber si Macri está al tanto de los favores prebendarios y de muchisimo dinero tanto a Avianca o a SOCMA. Solo se intuye que asi son y que los agarraron con las manos en la masa. Despues podemos dibujarla de la mejor manera posible, pero que pasó y sigue pasando, ya no quedan dudas.
El hecho que a los antecesores se les encuentre cada dia más negociados, hace que lo de estos super CEOS parezca de jardín de infantes, pero no por ello deja de ser decepcionante para el Pueblo Argentino.
Cualquiera que crea que no era indispensable solucionar los terribles desaciertos de política económica del gobierno anterior esta sumamente equivocado, pero de ahí a avalar maniobras espurias hay un larguísimo trecho.