¡Da gusto que pase el tiempo y todo siga igual! Así debe pensar el Vicepresidente de la Nación, Don Amado Boudou, ya que lo que dejo sembrado en su viejo y querido Ministerio de Economía, sigue creciendo fuerte y lozano.
Según algunos medios periodísticos, los funcionarios de carrera confirmaron la presencia del hoy sospechoso de negociados Núñez Carmona, en diversas reuniones de funcionarios en las cuales se adoptaron decisiones muy importantes, tanto en el plano político como en el económico.
Según cuentan, tenía acceso al ascensor ministerial, al resto de la “Privada” y por supuesto al despacho del mismo. Y como todos sabían dónde terminarían dichas cuestiones (reuniones, visitas, llamados, etc., etc.), se debían arbitrar los medios para evitar filtraciones y lo que es peor, cualquier tipo de delaciones. Es por eso que el Ministro, según los mismos medios, saca la Resolución 464/2009 para que las autoridades o los “alcahuetes” puestos a dicho menester, pudieran espiar y controlar el contenido de los correos electrónicos de todos los empleados del Ministerio.
Como ello no alcanzaba para garantizar la omertá, también había que lograrlo entre los “lugartenientes” así que en 2010 y a pesar del descontento de ATE, UPCN y hasta del propio Secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, el entonces Ministro Boudou designó mujeres de su máxima confianza como Directoras de áreas claves. Con escasa experiencia en la función pública – algunas de ellas lo venían acompañando desde su gestión en la ANSES, de donde fueron sacadas por Diego Bossio- su designación en economía requirió de medidas “excepcionales”.
Pese a todos los recaudos, fuentes internas del ministerio filtraron información a Clarín y otros medios respecto a estas mujeres que, al margen de su relación con Boudou, estaban “flojas de papeles”.
Entonces se conocieron los casos de Carla Ximena Piccioni, nombrada Directora General del Despacho y Mesa de Entradas; Karina Kenistein Buchanan, nombrada Directora de Mesa de Entradas y Notificaciones; María Paula Constantini, nombrada Coordinadora de Contratos y Pasantias, Maria Andrea del Carmen Cardinali, nombrada Coordinadora de Asuntos Parlamentarios y Natalia Tomasevich, nombrada Directora del Despacho del ministro, todas ellas designadas “con diversas irregularidades , en forma excepcional y sin el debido concurso público”, según las fuentes gremiales citadas por la prensa.
La continuidad de estas funcionarias hasta nuestros días parece increíble, al tiempo que convierte en una simple operación de prensa o de marketing político lo que se viene diciendo o proclamando sobre la “enemistad” entre el actual ministro Axel Kicillof y su antecesor Amado Boudou. Los hechos más bien darían cuenta de cierta continuidad solo interrumpida brevemente por “me quiero ir” Lorenzino, quien igualmente a través de Juan Manuel Prada, al igual que hoy Federico Thea, garantizaron la permanencia y el fortalecimiento de la vieja telaraña.
Un antiguo y avezado hombre de la política decía que “el amor no existe, solo existen las pruebas de amor”. Y como a buen entendedor pocas palabras, solo voy a decir que a veces hay que cambiar todo para que nada cambie.
La estructura administrativa creada en su momento por Benigno Vélez para su jefe político Amado Boudou aun sobrevive y además goza de una excelente salud bajo el ala de los actuales funcionarios de segunda línea en Economia. Éstos suelen ser “jóvenes brillantes” pero con escasas horas de vuelo en la gestión pública, lo que explica gran parte de esta supervivencia y el poder que aun detentan aquellos personajes.
Si no fuera tan triste para el ministerio en particular y la Nación en general, causaría risa ver montañas de expedientes sin resolver, corrimientos de grado, proyectos de significación social y económica o proyectos de resoluciones firmadas por subsecretarios y acumuladas durante meses en el despacho de un Secretario. Sería conveniente que quienes tienen el poder y todavía algo que perder, se deshagan de esas rémoras.