Por Horacio Umbídez
Los referentes de la mejor oposición que pudo armar el «maoista ilustrado», se desgarran las vestiduras por las maniobras del Gobierno como por ejemplo la separación del Juez Cabral para frenar el fallo sobre la inconstitucionalidad del Memorandum con Irán. Ernesto Sanz habría declarado que «la única manera de frenar esto es cambiar el Gobierno en las elecciones….todo lo demás es inocuo”, pero no aclaró debidamente ni nadie le preguntó por qué no concurrieron los dos Consejeros de la UCR (línea acuerdo con el PRO) que le responden, facilitando el logro kirchnerista. Por esos avatares de la vida, uno de los Consejeros paseaba con Timerman por New York y al otro….y al otro….¡le cambiaron el horario del vuelo!
Obviamente, todavía no parecen darse cuenta que Roma no paga traidores. Basta ver cómo les ha ido a los que armaron Gualeguaychú para sofocar la entente UCR-FR: a Ceballos en Córdoba, el PRO le plantó una lista; al PRO en Santa Fe, el FpV lo forzó a aceptar el triunfo del socialismo con silencio de la UCR, y al Coti Nosiglia lo conformaron con migajas en el armado en CABA.
Sin duda hay que sacarse el sombrero ante la jugada de Zannini. Habiendo casi sacado de competencia a Massa, ahora vislumbra la posibilidad de quedarse con todo ante la capitulación de Scioli y la merma del mejor invento de Néstor Kirchner, es decir Mauricio Macri. Lo que no pudieron lograr es que Massa se baje. Encima las encuestas aún le están dando un piso de casi 23% a nivel nacional, lo que enciende luces de alarma, tanto en el oficialismo como en sus socios del PRO, a quienes el traspié de Santa Fe y el riesgo de tener que enfrentar a Lousteau en el ballotage porteño, no les deja margen para más malasangre.
Mientras tanto, los Gobernadores Peronistas siguen el juego casi como espectadores, porque si creen que armando una red de contención para Scioli será suficiente para ocupar el espacio que hoy ocupa el Cristinismo, o piensan transformar al Peronismo en una Confederación de Partidos Provinciales, o están pecando de inocencia por demás.
Los soldaditos que actuaron de avanzada, como los que armaron hace tiempo el Consejo Nacional del PJ y hoy solo tienen la ñata contra el vidrio, o los Posse que pusieron todo para cumplir las órdenes oficiales en Gualeguaychú y hoy quedaron colgados de un pincel y solo pueden (con mucho trabajo) tratar de salvar su distrito, al igual que los Intendentes Peronistas que atendieron los reclamos de los Zares del juego e igualmente los están haciendo sudar la gota gorda, o los bajan de sus candidaturas (como a Guzmán en Escobar), deberían tomar nota que desde hace más de siete años, el 90% de las leyes de la Legislatura Porteña, son votadas en sociedad entre PRO y FPV. Si eso no es una alianza, se le parece mucho.
Quizás nadie tiene en cuenta al Peronismo, ese que resiste desde el 55, ese que anida en bolsones preciados en algunas pocas provincias como La Pampa, Córdoba y Mendoza, o en algunos Barones todavía no infectados o en la siempre y eterna columna vertebral del Movimiento. Ahí radica el problema de los estrategas que pugnan por la desaparición del Peronismo y obviamente del Radicalismo. Bah….los troyanos, vio.