Por Horacio Umbídez
El procesamiento y muy factible juzgamiento de Alberto Pérez, mano derecha y ex Jefe de Gabinete de Daniel Scioli, representa un duro golpe a la estrategia del Cristinismo y del Tercer Gobierno Radical, para el año electoral que ya se nos viene encima.
El Código de Justicia de la Pcia de Bs As es clarísimo: indagatoria es igual a procesamiento y procesamiento es igual a Juicio inminente. Y con Scioli casi fuera de la cancha con esta historia, se debilita enormemente la idea de usarse mutuamente que abrigaban, tanto el Cristinismo para conseguir fueros, como el Macrismo para lograr imponer la idea de polarizar con el kirchnerismo («somos nosotros o vuelven ellos»).
Los resabios del Cristinismo como Espinoza en La Matanza junto al Sciolismo -supuesto bastión de la Pcia de BsAs- era una construcción interesante y un negocio redondo para todos y todas.
Para desgracia de Marcos Peña y Duran Barba, se diluye totalmente la idea de poder dividir al Peronismo en tres. Al kirchnerismo le será difícil levantar semejante muerto.
Obviamente la Gobernadora Vidal estaría al margen de dicha maniobra, al igual que varios cerebros políticos de Cambiemos. No por nada los ladridos y algunos mordiscones de Carrió, a la cual estos entuertos no le gustan nada, y lo dice.
Pérez se la veía venir. Desde el principio remarcó que los organismos de control estaban en manos de los radicales, de forma tal de lograr algún tipo de protección de Cambiemos.
El ministro de Gobierno Federico Salvai, mano derecha política de Vidal, estuvo reunido con Daniel Scioli el 18 de octubre en el Palacio Bellini. Al parecer infructuosamente.
La madre de todas las batallas comenzó con algunos errores estratégicos bastante graves para algunos y con algunos golpes de suerte para otros.