Por Horacio Umbídez
Que increible que a esta altura del partido dirimamos nuestra cuestiones ideologicas o nuestro destino como Nación, cual si fuéramos una Municipalidad, en función de si hacemos el Metrobus o no en nuestras alcaldías.
No me gustaría estar en los zapatos de aquellos uturuncos que cambiaron la ametralladora por el Movistar y ahora, luego de hacer pingues negocios, deben lidiar con estas berretadas que nos deparan, tanto nuestros gobernantes, como su locuaz oposición.
48 horas de la vida de nuestra Nacion fueron ocupadas en discutir si el Metrobus de La Matanza fue mérito de la gestión Macri-Vidal, o si Magario-Espinoza lograrían llevar agua para su molino en la inaguracion del mismo. Por suerte para todos se “filtro” un mensaje de voz en el cual se escucha nítidamente como una mujer instruye a militantes sobre como y cuando comportarse en la sublime visita del Presidente Macri al mas peronista de los distritos electorales.
Las míticas cintas o super ocho en las que el General enseñaba a hacer la resistencia, fueron hoy reemplazadas por una patética voz en un audio de Whats App que enseña cómo seguir con la revolucion ante ese acérrimo enemigo en el cual se ha transformado el Metrobus.
Mientras la vanguardia esclarecida se ocupa del Metrobus y de intentar involucrar al gobierno con el fallo del 2×1, nos olvidamos de los negociados con Correo Argentino, o con Avianca; del aumento en los peajes para vender AUSA lo mas pronto posible; de la bicicleta financiera; de las comisiones por los Bonos Soberanos colocados; del ajuste; del aumento de la planta del Estado en un 25%; de las encuestas pagadas al pedo; de conseguir 60 palos verdes por exportación de limones y mientras se resignan 1.200 por el biodiesel; de cómo se fuman la guita de la Reparacion Histórica y la entrega de acciones de Anses a precio vil; del hecho que el Procurador Gral de la Nacion debió “renunciar” para no convalidar las auditorias sobre el PEN y su accionar en el caso Correo; de las mineras contaminantes a las que se les dio beneficios impositivos, y muchísimas cosas más.
Tal vez algún cráneo crea sinceramente que construyendo Metrobuses se puede llegar a ser Presidente.